Defensa y Justicia sigue dando que hablar. En la tarde-noche de ayer consiguió un importante triunfo 1-0 frente a Gimnasia de visitante y quedó, al menos hasta el lunes, como único puntero de la Superliga, con tres unidades de ventaja sobre Racing, que mañana recibirá a Godoy Cruz en el Cilindro de Avellaneda.
Por primera vez en el torneo, a Defensa le tocaba defender la punta. Y a la dificultad que presuponía la presión de ser banca y no punto, el Halcón le sumaba la brava parada de enfrentar en el terreno complicado del Bosque platense a un Gimnasia que no puede regalar nada, por su incómoda cercanía con la zona roja del descenso. Esas circunstancias no cambiaron la táctica de los dirigidos por Sebastián Beccacece, que desde el arranque intentaron imponer su ritmo y su intención de jugar por abajo y construyendo sociedades. No le hacía fácil las cosas el Lobo, a partir del esfuerzo por pelear cada pelota. Pero en un minuto, la visita pasó de la frustración a la alegría. A los 13 se fue lesionado Togni, un jugador determinante en lo que va del torneo, y en la reanudación del juego, su reemplazante (Domingo Blanco) desbordó por la derecha y mandó el centro atrás, que Guanini quiso cortar, metiendo la pelota de taco en el fondo de su propio arco.
La ventaja tranquilizó al Halcón, aunque su juego no alcanzaba el vuelo de otras tardes. Entonces, Gimnasia se animaba, con limitaciones, porque su poder de ataque se reducía a la pelota parada. Por esos carriles, el partido se acható, y el resto del primer tiempo se consumió con mucha tenencia y llegadas esporádicas, como la que desaprovechó Márquez sobre los 32 minutos, cuando su zurdazo fue detenido por Arias, a quien enfrentó mano a mano.
Gimnasia salió al complemento con el objetivo de jugar a su ritmo. Le imprimió intensidad a sus acciones. No escatimó entrega para cortar los circuitos que armaba Defensa. De ese modo logró arrinconar al Halcón, pero su único argumento ofensivo eran los pelotazos (casi siempre de Ayala) a la montonera de jugadores que poblaban el área de Unsain. Sin claridad, la apuesta era esperar algún rebote, un mal despeje. No había creatividad, tampoco se produjo el yerro tan deseado. Entonces, sin lucir como en otras ocasiones, Defensa se llevó tres puntos que alimentan su ilusión de quedarse con la Superliga.