“¡El sol, esta hermosura de sol…!”, podrían citar el verso del poeta Antonio Machado de “Sol de invierno” desde el Saló de Cent, en el ayuntamiento de Barcelona, en pleno centro histórico de la ciudad, donde se presentó la programación que la ciudad invitada ofrecerá durante la 45° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se realizará del jueves 25 de abril al 13 de mayo en el Predio de La Rural. “La literatura es uno de los pilares más sólidos de nuestra identidad, como país y como ciudad. Somos capital editorial en catalán y en castellano, sede de 272 editoriales y 40 bibliotecas públicas”, subrayó la alcaldesa Ada Colau, acompañada de Iolanda Batallé, directora del Institut Ramon Llull; y María Teresa Carbano, presidenta de la Fundación El Libro, entre otras autoridades. “Un topónimo te puede cambiar la vida. Y Buenos Aires es una palabra muy poderosa, que nos hace soñar”, agregó Batallé. La comitiva traerá 78 invitados, entre los que destacan el escritor y guionista Héctor Lozano, el creador de la serie Merlí; Carlos Zanón, que llegará con Problemas de identidad, la “reencarnación” del detective Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003); Clara Usón, ganadora del Premio Sor Juana con El asesino tímido; la filósofa y activista Marina Garcés, una de las voces de referencia de la nueva izquierda, que estuvo vinculada a grupos okupas; Maite Carranza, ganadora del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil; la cantante Sílvia Pérez Cruz, además de un puñado de escritoras a descubrir como Najat el Hachmi, narradora española de origen marroquí, autora de L’últim patriarca (El último patriarca); Eva Baltasar y la ilustradora Paula Bonet.
Los lectores podrán señalar las notables ausencias de la comitiva de Barcelona, escritores en lengua española y catalana como Enrique Vila-Matas, Eduardo Mendoza, Juan Marsé, Javier Cercas o Quim Monzó. Cuando le preguntaron por estas ausencias, la directora del Institut Ramon Llull declaró que a algunos de esos autores se les propuso viajar a Buenos Aires, pero declinaron la invitación “por motivos personales”. También vendrán a la Feria varios argentinos que viven en Barcelona, como el historietista Horacio Altuna, instalado en Sitges desde 1982; la crítica literaria y ensayista Nora Catelli, exiliada por la dictadura cívico-militar en 1976; la escritora Flavia Company, residente desde 1973; y el poeta y crítico rosarino Edgardo Dobry, que se instaló en la ciudad en 1986. La “Noche de la Feria” -el sábado 27 de abril, día en que la entrada es libre y gratuita a partir de las 21- la protagonizará la cantante Sílvia Pérez Cruz. El espectáculo se centrará en canciones basadas en poemas de Federico García Lorca, Maria-Mercè Marçal, Miguel Hernández, Ana María Moix o Feliu Formosa, así como en clásicos del repertorio de la cantante.
“Barcelona, ciudad literaria” será el lema que aglutinará todas las actividades programadas, que incluirá teatro performático del dramaturgo y escritor Marc Caellas, “El estómago de los escritores”, con reflexiones sobre lo que comen y beben los autores y cómo eso influye en su escritura. En el stand de 200 metros cuadrados, construido con unas largas planchas de color madera, a medio caballo entre el modernismo y la estética Ikea, podrá escucharse la voz original de varios poetas; pero también tendrá un pequeño auditorio y una gran librería con un fondo de 10.000 ejemplares, donde se expondrán y se podrán a la venta hasta 700 títulos de 350 autores. Batallé, del Ramon Llull, afirmó que la participación de Barcelona en Buenos Aires debe ser un punto de inflexión en el incremento de las traducciones al castellano de los autores en catalán, las coediciones y la mejora de los mecanismos de distribución de las editoriales catalanas.
Habrá tres muestras, dos en el recinto ferial y una en la ciudad. La primera, comisariada por Glòria Gorchs y Pep Molist, propone una visita a la capital catalana a través de 32 ilustraciones procedentes de páginas de libros de diversas épocas. Otra, “La literatura catalana al món”, comisariada por Julià Guillamon, establecerá originales conexiones entre autores internacionales y narradores catalanes. El mismo Guillamon es el responsable de “Llibres d’anada i tornada”, exposición que conecta la librería barcelonesa Catalònia y las editoriales Sudamericana y Edhasa, a través de la figura de Antoni López Llausàs, catalán emigrado a Argentina que fue el máximo responsable de las tres instituciones y editor, entre otros muchos, de Julio Cortázar y Gabriel García Márquez.
La trama histórica que une a Barcelona y Buenos Aires está marcada por los exilios a “doble vía”: las migraciones europeas de fines del siglo XIX y principios del XX y los exiliados republicanos que fueron llegando a la Argentina después de la Guerra Civil Española (1936-1939), con los argentinos exiliados en Barcelona que huyeron de la dictadura cívico-militar, y los que fueron escapando de las sucesivas crisis económicas argentinas, que van de la hiperinflación al diciembre de 2001. “Los exilios cruzados son momentos tristes y dolorosos, porque tener que dejar el país hace que se lleve una carga de melancolía. Por eso en esta oportunidad vamos a celebrar la riqueza que es sedimento de ese primer momento difícil y doloroso, los rasgos de cultura que fueron dejando en cada país aquellos que se movieron”, planteó Teresa Carballo, directora de la Fundación El Libro. Ella misma se trasladó con su familia a Barcelona en 1982, cuando se desató la Guerra de Malvinas, y vivió “una vida hogareña y de trabajo”. La presidenta de la Fundación El Libro dio por descontado el papel “destacadísimo” que tendrá Barcelona. “Ambas ciudades simpatizan y vamos camino a un acontecimiento que va a ser exitoso y trascendente”, concluyó Carbano.