Desde La Pampa

Daniel Kroneberger tiene toda la pinta de ser un tipo tranquilo. Su estilo campechano, su culto por el bajo perfil, su antigua trayectoria dentro de la UCR seguramente fueron factores importantes a la hora de asegurarle contundente triunfo sobre el PRO en las internas del domingo por la candidatura a gobernador de La Pampa. El peso territorial del radicalismo hizo el resto. En diálogo con PáginaI12, lee los resultados electorales desde una posición que sacude la parsimonia con la que el radicalismo llevó adelante su alianza con el PRO en estos años: “el domingo triunfó la política” afirma. El resultado final fue del 65 por ciento para la UCR contra el 35 por ciento del PRO. 

–¿Cuáles fueron los principales elementos que le permitieron obtener un triunfo tan claro sobre el PRO? 

–Bueno, fue una elección muy atípica, porque a partir de la decisión del gobernador Verna de desdoblar las elecciones nos vimos haciendo campaña en enero y febrero, que no son meses habituales para la política. No sabíamos cómo iba a impactar esto en nuestro electorado, sobre todo teniendo en cuenta que no eran elecciones obligatorias. Ante esto lo que nosotros hicimos fue hacer un trabajo muy importante desde lo territorial. El radicalismo tiene una estructura en todas las localidades de la provincia, tiene concejales, intendentes y esa fue la principal fortaleza para ganar las elecciones. Hubo además otro elemento, como es el hecho de que Mac Allister era un candidato que no reside en la provincia desde hace muchos años y eso el provinciano lo tiene en cuenta también. 

–Fue muy notorio también la diferencia de recursos. El PRO puso mucho dinero, ustedes hicieron una campaña mucho más discreta…

–Por supuesto. Pero nosotros apostamos a la militancia y eso fue determinante.

–Un efecto directo de la elección del domingo es que el radicalismo parece ahora más tentado a jugar una candidatura presidencial alternativa a la de Mauricio Macri en las PASO de Cambiemos. ¿Su partido está leyendo así los resultados en La Pampa?

–Creo que sí. Aunque, si bien los análisis son distritales y cada distrito tiene su particularidad, esto demuestra que en todo este tiempo el radicalismo no ha tenido el protagonismo que realmente le corresponde y que tiene que tener, porque somos una fuerza que está constituida en todas las provincias y esto no se puede desconocer. Así que es importante esta elección para que esta idea tome fuerza y al menos lo estemos discutiendo. Nosotros tuvimos muchos problemas, nos costó superar el 2001, no tenemos un liderazgo nacional ni un referente nacional fuerte y esas consecuencias se pagan. Es importante que ahora el radicalismo esté discutiendo sobre esto, más allá de que desencadene o no en la decisión de ir a una elección interna por la presidencia. 

–Hubo un momento crítico en la campaña de Mac Allister cuando salió a defender la decisión del gobierno nacional que perjudicaba a las cooperativas en la llamada “ley corta de las comunicaciones”. ¿Usted que conoce bien la importancia que tienen las cooperativas aquí, tiene una postura diferente a la del gobierno nacional en este tema?

–Siempre tuve una postura muy clara con respecto a las cooperativas, fui militante cooperativo en el sector agropecuario, sé la función social y de regulación que cumplen, y más en La Pampa donde no hay una localidad en la que no haya una cooperativa, sea de servicios o agropecuaria. Estoy convencido de que las cooperativas tienen que tener un rol protagónico. 

–Otro elemento que pudo haber pesado en la derrota del PRO fue que el gobierno nacional se inclinó por Mendoza en lo que tiene que ver con el manejo de los recursos hídricos. ¿Cree que este hecho influyó en la elección? 

–El radicalismo tuvo una postura muy clara en el tema de los ríos. Con respecto a Portezuelo parecía que la obra iba a estar controlada por el Coirco. Hoy no tenemos la misma sensación. Me parece que la potestad que le otorgaron a Mendoza es demasiado importante. Y esto puede llegar a incidir en que se modifique la cuenca del río Colorado y esto a nosotros nos perjudicaría mucho porque no sólo se usa el agua del Colorado para regar, sino también para consumo humano, ya que hay un acueducto que llega hasta la capital provincial y está proyectado para todo el norte de la provincia. 

–La capital provincial está gobernada por Cambiemos. ¿Entiende, como se dijo, que el gobierno nacional la ha dejado un poco librada a su suerte, sin otorgarles recursos?

–Sí, en Santa Rosa está haciendo falta una inversión que supera lo provincial. Habría que plantearse buscar financiamiento del Banco Mundial y otras alternativas. No sé si no hubo apoyo, pero no con la rapidez con la que debería haber sido. Hay que renovar la red cloacal, que está colapsada. 

–Mac Allister dijo después de la derrota que era difícil hacer campaña pegado al gobierno nacional. ¿Usted piensa lo mismo? ¿Cree que Macri es una mochila pesada y va a hacer una campaña despegándose de la Casa Rosada?

–La campaña nuestra va a ser estrictamente provincial. Pensamos que tenemos que discutir un proyecto provincial más allá de la coyuntura nacional. La campaña la haremos así y debe ser así. Vamos a insistir en el diagnóstico que tenemos de la provincia y vamos a discutir un proyecto superador al modelo que ha instalado el peronismo desde 1983 y que está agotado. 

–¿Cuál es la principal crítica al oficialismo provincial?

–En el último censo no hemos crecido demográficamente con respecto a otras provincias, deberíamos tener un 20 o un 30 por ciento más de población. Hoy tenemos cada 100 empleos privados, 94 empleos públicos. En los últimos diez años el empleo privado creció el 2,5 por ciento, el empleo público más del 40 por ciento. Más del 72 por ciento del presupuesto provincial se va en gastos corrientes. Por eso creemos que tenemos que cambiar el modelo económico, necesitamos algo integral y armónico que nos inserte en un país más federal. Con políticas públicas activas y con un estado modernizado que esté al servicio de la gente y no la gente al servicio del Estado.