Los técnicos del Fondo Monetario Internacional se reunieron con el economista Roberto Lavagna. El precandidato presidencial recibió al jefe de la misión Roberto Cardarelli y el representante permanente del organismo en el país Trevor Allayne. Durante los 85 minutos que se extendió el convite “se habló del mediano plazo y temas estructurales de la economía. No hubo menciones a temas de corto plazo”, comentaron ayer a PáginaI12 colaboradores del ex ministro de economía. La misión del FMI concluye este viernes cuando el equipo del FMI sea recibidos por el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
A lo largo de la última semana los enviados del Fondo se reunieron con distintos dirigentes opositores que se perfilan para competir en las elecciones nacionales o provinciales como el diputado nacional Axel Kicillof y el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey. La delegación del organismo tiene previsto reunirse con representantes del sector privado, la academia y la sociedad civil.
Los técnicos arribaron al país la semana pasada. El objetivo de la visita es supervisar el cumplimiento del acuerdo y sondear el escenario político para redactar un informe que será elevado al Directorio del FMI. El documento será entregado a los directivos del organismo a la hora de evaluar el visto bueno del cuarto desembolso previsto en el programa de financiamiento. Desde el Palacio de Hacienda y el Banco Central confían que las autoridades del organismo habilitarán en marzo la transferencia de 10.800 millones de dólares. Cuando se concrete la operación, el gobierno de Mauricio Macri habrá recibido en apenas doce meses el 68 por ciento del préstamo por 57.000 millones de dólares. El fondeo fue requerido a mediados del año pasado para intentar frenar la crisis cambiaria y financiera.
La frágil estabilidad observada en el tipo de cambio implicó arrasar sobre el consumo y la producción que, según proyecta el FMI, continuarán en caída libre a lo largo de 2019. Los tres pilares del programa de austeridad son el ajuste fiscal, la contracción monetaria y la flotación cambiaria. A esos elementos se suman tres reformas estructurales que fueron ofrendadas por las autoridades argentinas durante las negociaciones: la laboral, la previsional y la carta orgánica del BCRA. Sin embargo, como lamentó ayer el consultor y economista PRO Carlos Melconian, “la tasa de inflación debiera estar dando una señal que todavía no tiene” (ver aparte). Entre los funcionarios que fueron visitados por el FMI figuran el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y el titular de la cartera de Transporte, Guillermo Dietrich.
El miércoles pasado los técnicos del organismo fueron recibidos por el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey que se presentó al convite junto con dos jóvenes economistas de la consultora EcoGo. “No gobierna el Fondo, gobierna el Gobierno. Si hay que rediscutir, mandará la realidad. Es como en todos los contratos. Habitualmente se van revisando las cláusulas”, consideró Urtubey la semana pasada al ser consultado sobre la posibilidad de renegociar el acuerdo con el FMI.
El jueves fue el turno del diputado nacional Axel Kicillof que los convidó en su despacho oficial con bizcochos de grasa. “Dicen que les preocupa la inflación y el desempleo, pero que su función es estabilizar el tipo de cambio. Ven en 2019 un año muy recesivo”, señaló el ex ministro de Economía. A diferencia de los convites con Kicillof y Urtubey, Lavagna eludió difundir imágenes del encuentro. “Quiero aclarar que no fui yo el que solicitó el encuentro”, había enfatizado la semana pasada Lavagna.