Unas 80 tumbas fueron profanadas ayer en un cementerio judío en Francia. El hecho sucedió unas horas antes de que unas 70 manifestaciones fueran convocadas en todo el país para denunciar un aumento del antisemitismo.
La principal protesta, que tuvo lugar en la Plaza de la República de París, fue organizada por el Partido Socialista (PS), al que se sumaron al menos quince formaciones políticas. La ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen, no fue invitada. El primer secretario del PS, Olivier Faure, dijo que toda la historia del partido de Le Pen está vinculada al antisemitismo y el racismo.
En París, los manifestantes, entre los que se encontraban algunos chalecos amarillos, se contaban de a miles. “Desde enero de 2018 se ha instalado en Francia un inquietante clima de ansiedad. Más allá del antisemitismo islamista, asistimos a un resurgimiento de la extrema derecha identitaria virulenta que no duda en pasar al acto”, dijo Frédéric Potier, delegado interministerial contra el racismo, el antisemitismo y el odio anti LGTB, citado por el diario francés Le Monde. En la manifestación también estuvieron presentes los expresidentes François Hollande (2012-2017) y Nicolas Sarkozy (2007-2012).
“Tomaremos acciones, promulgaremos leyes y castigaremos a los responsables”, afirmó ayer el mandatario francés Emmanuel Macron durante la visita al cementerio de la localidad de Quatzenheim, en el este de Francia, donde las tumbas de personas judías fueron pintadas con esvásticas nazis azules y amarillas. “Cada vez que un ciudadano francés es insultado, amenazado o, peor aún, herido o asesinado por ser judío, es la República que es atacada”, continuó Macron. Asimismo, afirmó que presentará sus planes para combatir el antisemitismo durante un discurso en la cena anual de la asociación CRIF, que hoy reunirá a grupos judíos franceses.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu también denunció, por su parte, el hecho. “El antisemitismo es un flagelo que amenaza a todos, no sólo a nosotros, y debe ser condenado cada vez que muestre su cabeza, donde sea que esté”, continuó. A pesar de que esta vez Netanyahu se abstuvo de llamar a los judíos de Francia a volver a Israel como lo había hecho en el pasado, su ministro de Inmigración, Yoav Gallant, se encargó de hacerlo. “Condeno vigorosamente el antisemitismo en Francia y digo a los judíos, vuelvan a casa, migren a Israel”, escribió Gallant en su cuenta de la red social Twitter. Unos 60.000 judíos se marcharon a Israel en la última década, según algunos cálculos citados por el diario español El País.
Según el gobierno francés, hubo un repunte del antisemitismo en el país el último año. El número de actos de odio hacia la comunidad judía se dispararon un 74% en Francia en 2018, totalizando 541, frente a 311 en 2017, según cifras publicadas la semana pasada por el ministerio del Interior. El fin de semana pasado, un grupo de personas que protestaban en una manifestación de los chalecos amarillos reconocieron en la calle al escritor y filósofo Alain Finkielkraut, y lo llamaron entre otras cosas “sionista de mierda”. Como otro ejemplo de estos hechos, una esvástica fue pintada sobre un retrato en París de la fallecida ex ministra Simone Veil, sobreviviente de un campo de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y dos árboles que habían sido plantados en un suburbio de París a la memoria de un joven judío asesinado en 2006 fueron hallados destrozados.