El reloj que lleva las cuentas del tiempo de prisión de Milagro Sala desde la página del Comité por la Libertad marcó 382 días. El penal de mujeres del Alto Comedero, que se ha vuelto lugar de peregrinaje desde todos los puntos del país, recibió la visita de un grupo de diputados y dirigentes del PJ de la provincia de Buenos Aires. “Estamos todos convencidos de que Milagro Sala tiene que recuperar su libertad muy rápidamente, no nos interesa ni Milagro ni las otras compañeras detenidas como mártires sino que recuperen su libertad”, dijo Fernando “Chino” Navarro luego del encuentro. También estuvieron Remo Carlotto, Julián Domínguez y, entre otros, Verónica Magario y Francisco “El Barba” Gutiérrez, de la CGT.
Los dirigentes peronistas volvieron a pedirle al gobierno nacional la libertad inmediata de la líder de la Tupac Amaru y lo hicieron responsable por el estado de excepción que persiste en la provincia. También anunciaron que harán una nueva presentación ante organismos internacionales.
“Vemos que la justicia no está actuando de manera independiente y que existe una intervención del Ejecutivo sobre el poder judicial dictando las formas en las que debe moverse para generar la persecución”, dijo Remo Carlotto. “Lo que demandamos es una intervención directa sobre el poder judicial de la provincia. Medidas que debe tomar el Ejecutivo y que están a su alcance, como también que ella recupere la libertad.”
En la comitiva también viajaron el intendente Gabriel Katopodis, el diputado Leonardo Grosso, el senador provincial Fernando Moreira y la ex senadora María de los Angeles Higonet.
El Chino Navarro recordó que el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas afirmó que se trata de una detención arbitraria y que eso era un mensaje destinado al presidente y no ya al gobierno de Gerardo Morales. “Para evitar suspicacias políticas y que se crean que esto que hacemos es porque la queremos o le tenemos afecto, quiero que tomen este documento en donde constan esas declaraciones”, dijo. “En Jujuy no hay ni Estado de derecho ni garantías constitucionales. Le pido al gobierno nacional que libere inmediatamente a Milagro Sala como lo exige el organismo internacional.”
Durante el ingreso a la cárcel, el Servicio Penitenciario pidió nombres y apellidos y les preguntó a qué partido político pertenecen. “Me siento orgulloso de mi identidad política –dijo Carlotto–, pero un agente del servicio penitenciario no tiene por qué preguntármela porque no hace a su función”.