La mayoría de los usuarios de energía eléctrica en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) enfrenta aumentos en la boleta de luz de entre el 800 al 1200 por ciento desde la primera suba a comienzos del año pasado hasta el nuevo incremento que terminará de completarse en marzo. El porcentaje es una medida relativa porque se parte de tarifas muy bajas. Eso implica que en muchos casos este año el aumento en términos absolutos es superior al del año pasado. Entre punta y punta hay entre 180 y 2900 pesos mensuales por hogar que antes se destinaban al consumo de bienes y servicios y ahora se utilizan para pagar la luz. El análisis puede replicarse para el aumento del gas, el agua y el transporte público y muestra que la quita de subsidios tiene impacto en el bolsillo del usuario pero también indirectamente en el empleo a partir de la baja de ventas.
“Todos los que pagamos el servicio eléctrico con incrementos de hasta 183 pesos mensuales, o sea el 83 por ciento de los hogares, contribuimos para que en el AMBA haya 1,7 millón de familias que pagan 34 por ciento de aumento por tarifa social. El incremento de las tarifas es progresivo, los que más pueden más contribuyen para que tengan una vida digna los que menos tienen. Si continuamos subsidiando, el esfuerzo se sigue haciendo porque eso contribuye al déficit fiscal y se refleja en la inflación y el pago de más impuestos para destinar a los subsidios”, argumentó ayer el ministro de Energía Juan José Aranguren, el nuevo incremento tarifario. Aclaró que “los que más afectados están por esta recomposición del costo de transportar, distribuir y generar electricidad son los de Capital y Gran Buenos Aires, porque durante los últimos diez años estuvimos pagando consumos eléctricos por debajo del resto del país”.
El Gobierno comunicó los nuevos aumentos de la luz a raíz de la quita de subsidios en la generación y el aumento tarifario para las distribuidoras. En Edesur y Edenor, el aumento para una boleta de consumo mínimo es del 61 por ciento, de 131 a 211 pesos por mes. Para los usuarios de consumo medio, el aumento es del 77 por ciento, de 237 a 420 pesos; mientras que para los de consumo medio alto, de 618 a 1175 pesos por mes, un 90 por ciento. El 5 por ciento de los usuarios de más alto consumo recibirán boletas con aumentos del 148 por ciento, de 1418 a 3524 pesos por mes. En tanto, la tarifa social sube un 35 por ciento. Las subas se calculan teniendo en cuenta el mismo nivel de consumo en relación al mismo mes del año anterior. Si hay ahorro de consumo, el monto de la factura se reduce y viceversa.
El primer aumento tarifario en la electricidad que anunció el Gobierno se remonta a un año atrás. Si bien en términos porcentuales este segundo incremento de las boletas es inferior a la suba tarifaria original, el impacto en el bolsillo es en muchos casos superior, porque parte de valores iniciales más altos. Puesto en números: un usuario del AMBA que cuyo consumo ronda los 150 kwh/mes pagaba 23 pesos hace un año. Si mantuvo su nivel de consumo, el primer aumento tarifario del 470 por ciento llevó la boleta a los 131 pesos. Desde marzo, ese usuario pasa a pagar 211 pesos. El aumento total es del 817 por ciento (de 23 a 211 pesos). El primer aumento implicó que pagara 108 pesos más. El segundo, 80 pesos adicionales.
Un usuario que consume 300 kwh/mes pasó de pagar 36 pesos en 2015 a 237 pesos luego del primer aumento tarifario (565 por ciento) y con este último anuncio su boleta sube hasta 420 pesos por mes, un alza punta–punta del 1053 por ciento. En términos absolutos, el primer aumento fue de 201 pesos, El segundo, de 219 pesos. En el caso de un hogar cuyo consumo es de 600 kwh/mes, la boleta subió de 90 pesos el año pasado a 618 pesos con el primer aumento (suba del 554 por ciento) y ahora pasa a 1175 pesos. Entre los extremos el incremento es del 1200 por ciento. La primera suba elevó la boleta en 528 pesos. La segundo modificación, en 557 pesos por mes. Por último, un usuario de consumo alto (1500 kwh/mes) pasó de pagar 545 pesos en 2015 a 1418 pesos con el primer aumento (160 por ciento) y ahora llega a 3524 pesos. La primera suba fue de 873 pesos y la segunda, de 2106 pesos.
Una vez que en marzo se complete de aplicar este segundo incremento tarifario, el usuario de menor consumo habrá reducido su ingreso disponible para el consumo de bienes y servicios en 188 pesos por mes a partir de los aumentos de la luz (108 pesos y 80 pesos); el segundo, en 420 pesos (201 + 219 pesos); el tercero, en 1085 pesos (528 + 557 pesos) y el cuarto en 2979 pesos por mes (873 + 2106 pesos). Una buena parte de ese dinero deja de utilizarse en el consumo de bienes y servicios y ahora es absorbido por las empresas y por el propio Estado que lo redistribuyó hacia sectores favorecidos por la política fiscal oficial, en donde se destaca el agro.