Ayer se desarrolló la primera audiencia pública a raíz del conflicto que enfrenta a los artesanos de San Telmo y el Gobierno de la Ciudad. La feria de San Telmo, sobre la calle Defensa, desde Humberto Primo hasta la Plaza de Mayo, es un clásico porteño visitado por turistas de todo el mundo y algunos de sus puesteros tienen más de veinte años trabajando ahí. A fines del año pasado, el Gobierno de la Ciudad decidió “ordenar” el sector y “reubicar” los puestos. Y empezó a emitir permisos a los feriantes que se ubican sobre el pasaje San Lorenzo, también disconformes con las condiciones en las que las autoridades pretenden que trabajen.
“En enero, el gobierno porteño desalojó Defensa entre Independencia y Carlos Calvo, y desde entonces estamos sin poder trabajar”, dice una de las artesanas afectadas por la decisión. Entonces, un grupo de puesteros interpuso un amparo a través de la Defensoría Pública porteña.
De la audiencia, dirigida por la jueza Romina Tesone, titular del juzgado nº1 en lo Contencioso, Administrativo y Tributario, participaron representantes del gobierno porteño y de la Defensoría, además de artesanos de todos los grupos y asociaciones que los nuclean. También había un representante de la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas en turno durante la feria judicial. Uno de los principales reclamos de los feriantes es el cese de la represión y de la brutalidad con la que agentes del Ministerio de Espacio Público de la Ciudad los reprimen y desalojan desde que el gobierno porteño decidió “ordenar” a los puesteros de la calle Defensa.
En representación de los que presentaron el amparo, desde la Defensoría plantearon que la resolución por la cual se ordena reubicar los puestos de las cuadras del 800 al 1000 en el 700 obliga al desalojo de los que históricamente ocupaban esos lugares (a pedido de los anticuarios, el gobierno quiere sacar a los feriantes que están entre Humberto Primo e Independencia). “Por no consultar a todas las partes implicadas”, dijo el defensor, se generó este conflicto. Y explicó que la propuesta oficial de reubicar a los desalojados del 700 en las cuadras del 600 al 0 (siempre sobre Defensa) es inaceptable porque allí trabajan desde hace años artistas plásticos y creadores de manualidades. Los artesanos se niegan a ocupar espacios que ya están ocupados por otros y denunciaron que desde diciembre “se cayeron” más de cien permisos de los que trabajan en esas cuadras e insisten en que cese la persecución a esos artistas.
Según la síntesis que hacen los puesteros, el gobierno quiere desalojar a los que ocupan Defensa entre Independencia y Humberto Primo por presión de los anticuarios. Para eso, pretende reubicarlos en la cuadra del 700, lo cual implica necesariamente sacar a los que históricamente ocupan esos lugares y correrlos hacia la Plaza de Mayo. Y las objeciones a ese plan son que las cuadras del 600 al 0 también están ocupadas (se niegan a que desalojen a otros para ubicarlos a ellos) y que además hay muchos clientes, turistas y porteños, que buscan a cada artesano en su lugar habitual y que la mudanza haría imposible el encuentro.
Al citar a las partes implicadas para una segunda audiencia el lunes 25, la doctora Tesone instó al Gobierno de la Ciudad a presentar ese día una propuesta concreta, que puede ser transitoria, para que los feriantes puedan volver a trabajar lo antes posible y le recriminó no haber cumplido la orden de la jueza López Vergara, que les había dado un plazo de tres días (a partir del 4 de febrero).