La misión del Fondo Monetario Internacional encargada de supervisar la marcha del plan de austeridad finalizó ayer. El cierre para el periplo de dos semanas tuvo lugar en el Palacio de Hacienda. El jefe de la misión Roberto Cardarelli y el representante permanente del organismo en el país Trevor Alleyne fueron recibidos por el ministro Nicolás Dujovne. El protocolar encuentro donde se abordaron los aspectos salientes del programa de ajuste fiscal y contracción monetaria contó con la presencia del presidente del Banco Central, Guido Sandleris. La información recabada a lo largo de su estadía en Buenos Aires será utilizada por los técnicos del FMI para efectuar una nueva revisión del acuerdo. El préstamo condicionado por 57 mil millones de dólares fue solicitado en medio de la crisis cambiaria y financiera que expuso las vulnerabilidades de la economía argentina a mediados del año pasado.
El próximo desembolso por 10.800 millones está sujeto al visto bueno del Directorio del FMI que basará su decisión en la evaluación realizada por la misión del organismo. La transferencia se efectivizará a partir de la segunda semana de marzo. Cuando se concrete el desembolso, el gobierno de Mauricio Macri habrá recibido en apenas doce meses el 68 de cada 100 dólares del crédito. El siguiente tramo está previsto para mediados de junio. El quinto desembolso suma alrededor de 5390 millones de dólares. Para eso los representantes del FMI volverán al país en mayo. Evaluarán el cumplimiento de las metas fiscales, monetarias y cambiarias del primer semestre.
La despedida a los técnicos del FMI fue realizada en el salón Scalabrini Ortiz del Palacio de Hacienda. El ministro Dujovne estuvo acompañado por los secretarios de Política Económica y Hacienda, Miguel Braun y Rodrigo Pena, respectivamente. El banquero central Sandleris llegó acompañado por la vicepresidenta del BCRA, Verónica Rappoport. También participó del encuentro Gabriel Lopetegui que es el representante argentino ante el Fondo. A lo largo de los próximos meses los funcionarios argentinos terminarán de renegociar el esquema cambiario. La amplitud de las bandas de libre flotación y las reglas para la compraventa de dólares tienen vigencia hasta junio. El sistema permite que hoy el tipo de cambio salte hasta 11 pesos en un día. Con la cotización del dólar apenas 3 por ciento por encima del piso de 38,45 pesos el valor del dólar podría subir 27 por ciento en una sola jornada para llegar hasta los 49,42 pesos sin que el Central pueda intervenir. Un elemento que ya fue modificado es la magnitud de las intervenciones que puede realizar la entidad cuando la cotización quiebra la zona de no intervención.
“Todos estamos preocupados por la situación económica. Nosotros creemos que este año va a ser mejor pero claro que hay riesgos, como siempre”, expresó Cardarelli anteayer a la salida de un encuentro con la CGT. Con el consumo y la inversión en caída libre, el FMI proyectó en octubre una contracción del producto de 1,7 por ciento para 2019. A contramano de la renovada esperanza de los técnicos del organismo multilateral, la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo Económico que preside Mercedes Marcó del Pont advierte en su última publicación que “la austeridad fiscal y el ajuste monetario impulsado a partir de septiembre no generaron un shock de confianza entre los inversores y, menos aún, en los consumidores. Las expectativas acerca de la fragilidad del esquema vigente y la insustentabilidad de la deuda una vez que se haya consumido el financiamiento del FMI acotan adicionalmente los espacios para recrear condiciones mínimas de recuperación y la economía real, consecuentemente, volvería a retroceder este año en torno al 2 por ciento”.
Los próximos desembolsos no sólo están sujetos al cumplimiento del programa de ajuste sino también a la implementación de un conjunto de “reformas estructurales” que forman parte de la agenda permanente del prestamista. Las autoridades del organismo temen que una derrota electoral de Cambiemos bloquee esas iniciativas. Desde el Palacio de Hacienda aseguran que el FMI reconoce las dificultades que presenta un año electoral para impulsar las reformas. El compromiso previsto en el acuerdo es presentar los anteproyectos para reformar la Carta Orgánica del BCRA y avanzar en la reforma del sistema previsional.