El Gobierno ruso acusó ayer a Estados Unidos y a sus aliados de la OTAN de trabajar en planes para entregar armas a la oposición venezolana.
“Hay información acerca de que empresas estadounidenses y sus aliados de la OTAN trabajan en la cuestión de la compra de grandes lotes de armas y munición en un país de Europa del Este para transferirlos seguidamente a las fuerzas opositoras de Venezuela”, afirmó en rueda de prensa la portavoz de Exteriores, María Zajárova.
Mencionó ametralladoras pesadas, lanzagranadas automáticas, sistemas de defensa aérea portátiles (Mapnads) y varios tipos de artillería como posibles suministros, según la agencia Interfax.
Sostuvo que Estados Unidos –que apoya al autoproclamado presidente encargado de Venezuela y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó– está planeando transferir las armas a la oposición de Venezuela “a principios de marzo” en varias tandas. Ello se hará con la ayuda de aviones de carga de “la empresa estatal (ucraniana de transporte y aviación) Antónov, entre otros”.
La portavoz del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró que Estados Unidos está desplegando “fuerzas especiales y equipamiento militar cerca de la frontera venezolana”. Zajárova alegó que Estados Unidos planea cruzar la frontera “bajo el pretexto del envío de ayuda humanitaria”.
Rusia, que apoya al presidente venezolano, Nicolás Maduro, cree que se prepara “una peligrosa provocación a gran escala” liderada e instigada por Estados Unidos para hoy, con el “cruce de la frontera venezolana de un supuesto convoy humanitario que puede provocar enfrentamientos entre partidarios y opositores” del mandatario.
Con ello Washington pretende crear “un pretexto conveniente para una acción militar para apartar del poder al actual presidente legítimo del país”, recalcó la portavoz de Exteriores. Guaidó reafirmó este jueves en un “decreto presidencial” la autorización para el ingreso de la ayuda humanitaria que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro se niega a aceptar, y pidió a los militares actuar de acuerdo a su instrucción.
Mientras aumenta la tensión en la frontera, ayer se supo que los venezolanos que han salido del país a causa de la crisis política y económica son ya a 3,4 millones, de los que 2,7 millones se encuentran en otras naciones de América Latina, de acuerdo con la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Los organismos de Naciones Unidas manejaban hasta ahora la cifra oficial de 3 millones de refugiados y migrantes venezolanos, 2,4 millones de ellos en países de la región. “Las salidas continúan creciendo sin parar”, señalaron en un comunicado los dos organismos, que calculan que unos 5.000 venezolanos huyen de su país cada día, por lo que si continúa el ritmo la cifra total superará los 5 millones a finales de este año.
Colombia es el principal país de acogida, con 1,1 millones de inmigrantes y refugiados, seguido de Perú (506.000), Chile (288.000), Ecuador (221.000), Argentina (130.000) y Brasil (96.000), según las cifras publicadas ayer por OIM y Acnur.
“Los países de la región han mostrado una enorme solidaridad con los refugiados y migrantes de Venezuela, y han puesto en práctica hábiles soluciones para ayudarlos”, destacó el representante de Acnur y OIM para el país suramericano, Eduardo Stein. Pese a ello, “las cifras muestran la presión que sufren las comunidades de acogida y la necesidad de apoyo por parte de la comunidad internacional, en un momento en que ésta sigue con atención los acontecimientos políticos en Venezuela”, añadió.
Las agencias de la ONU subrayaron ayer también un fuerte aumento de las demandas de asilo por parte de ciudadanos venezolanos, ya que sólo en 2018 presentaron 232.000, de un total de 390.000 en los últimos cinco años.
El viceministro de Comunicación Internacional de Venezuela William Castillo, dijo que la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) manipula las cifras de migraciones de venezolanos, que de acuerdo al organismo se ubica en 3,4 millones. “No nos extraña de Acnur, que particularmente ha venido participando activamente, a través de algunos funcionarios de Venezuela y de la región con la manipulación de cifras que no demuestran la realidad del informe”, expresó durante una entrevista en la emisora Unión Radio.
El viceministro indicó que han pedido a la OIM ayuda, para que los países liberen la data estadística que manejan, y así “no se siga manipulando la opinión pública con la cifra”. Las autoridades venezolanas aseguraron en reiteradas ocasiones que tales cifras han sido manipuladas para argumentar las denuncias internacionales de crisis humanitaria, y promover una invasión a su territorio.