Los y las jóvenes radicales querían volver pero no pudieron. La Unión Internacional de Juventudes Socialistas (IUSY, por sus siglas en inglés) había suspendido a la Juventud Radical (JR) hace 3 años, poco después de que el partido se integrara a la alianza de derecha que lidera Mauricio Macri. Ayer, después de trabajar intensamente para ser readmitidos, el Consejo del organismo internacional votó a mano alzada en contra del pedido de la JR. Anteriormente se había reunido la máxima autoridad de la organización, el Presidium, liderado por la socialista paraguaya Johanna Ortega y formado por 19 vicepresidencias, y había recomendado por unanimidad rechazar la readmisión de los radicales argentinos. Incluso adelantaron a PáginaI12 que está en estudio la continuidad en la IUSY de otra agrupación radical, la Franja Morada, cuya suspensión podría ser votada en el Congreso del año próximo.
La Juventud Radical perteneció a la IUSY desde 1977, durante casi 40 años. A fines de febrero de 2016, el Congreso internacional realizado en Albania decidió suspender la afiliación de la organización de jóvenes radicales con argumentos lapidarios: “Contra un Gobierno que aplica una política económica liberal, aumenta la desigualdad, continúa con la destrucción de los recursos naturales, soporta a fuertes grupos de medios y criminaliza la protesta social, los jóvenes que luchan por la igualdad, la solidaridad y la libertad debemos expresar nuestra preocupación porque sin duda este tipo de gobierno nos lleva lejos de la transformación mundial que estamos buscando”, sostenía la resolución aprobada en 2016 apenas con 60 días de gobierno de Cambiemos.
Desde aquel año, los jóvenes radicales intentaron negociar que se levante su suspensión. Pero a diferencia de la Internacional Socialista –en decadencia desde hace años y cuya vicepresidencia pertenece a la UCR nacional– la IUSY mantiene su autonomía y un fuerte perfil de izquierda, donde predominan las posturas socialistas, incluso por encima de la corriente socialdemócrata en la que intentó escudarse la JR.
Fuentes de la IUSY criticaron en duros términos la postura planteada por el delegado de la JR, Nicolás Tumminaro. El argumento central fue que la UCR representa a la “pata socialdemócrata” del gobierno de Macri. Le recriminaron que un partido socialdemócrata no puede aliarse a la derecha en un régimen presidencialista como el argentino, que no se compara con los parlamentarismos europeos. “La evaluación nuestra es la misma que tuvimos en aquel momento cuando se le suspendió”, expresó un integrante del Presidium a PáginaI12, y destacó que la IUSY tiene 110 años de tradición y comprende a 150 agrupaciones alrededor del mundo.