El juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Raúl Zaffaroni sostuvo que hay Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Mauricio Macri que tienen “perfume a dictadura” y sostuvo que “ni en la dictadura” hubo “persecución" a jueces por el contenido de las sentencias, tal como "hoy está pasando”. Además, puntualizó que “la única garantía de imparcialidad dentro de un Poder Judicial es el pluralismo ideológico” y advirtió que en la causa de las fotocopias de los cuadernos de Centeno habrá “un momento que todo será (declarado) nulo” debido a la serie de “irregularidades” que acumula.
El ex ministro de la Corte Suprema sostuvo que, por ejemplo, el DNU sobre extinción de dominio “viola la Constitución porque un decreto no puede referirse a materia penal” y de la misma manera puso en tela de juicio a los referidos a asociaciones civiles y venta de frecuencias de AR-SAT, entre algunos de los cuales fueron rechazados la semana pasada por una comisión bicameral del Congreso.
“Yo era un tipo molesto para la dictadura” porque “hice unas cuántas cosas que molestaban” pero “mentiría si dijese que me presionó la dictadura”, subrayó Zaffaroni durante una extensa entrevista por Radio Cooperativa. Allí recordó que el último gobierno de facto hizo manejos autoritarios y “nombró a los jueces que quiso” pero "no persiguió a ninguno por el contenido de nuestras sentencias, cosa que hoy está pasando”.
A los “pocos” jueces que fallaban de manera contraria a sus medidas, la dictadura “no nos persiguió, no nos amenazó. He tenido dificultades de conventillo con la Cámara pero mentiría si dijese que alguien vino a decirnos ‘pare la mano que le va a pasar tal cosas’”, insistió.
Además, afirmó que en la actualidad “la Justicia penal está pasando por un mal momento” y citó como ejemplo el uso de la Ley del Arrepentido: “No se puede decir (a un imputado) ‘si te autoinculpás de un delito, te mando a tu casa, y si no, te dejo en prisión preventiva’”.
En este sentido hizo referencia a la causa de las fotocopias de los cuadernos que hablan de supuestas coimas entre empresarios y ex funcionarios, y aseveró que, por “las cosas que se están haciendo, en algún momento (ese proceso) va a ser todo nulo”. “No puede ser que citen a alguien y le digan ‘usted va a declarar contra sí mismo o lo dejo en prisión preventiva’”, reiteró y aseguró que eso “viola de manera flagrante el artículo 14 de la Constitución”. También sostuvo que detrás de esa causa hay “una persecución” contra la ex presidenta Cristina Kirchner y los miembros de sus gobierno.
Luego alertó: “Cuidado con esa causa. No solo se trata de algo que tiene perfume a persecución política bastante importante” sino que con ella también “están tratando de desarmar o destruir lo que queda de nuestro empresariado nacional”. “¿Qué se busca, que mal vendan sus empresas, que vengan las trasnacionales, que el valor agregado por el trabajo de manos argentinas no quede en la Argentina?”, reflexionó el magistrado.
No obstante, Zaffaroni destacó que “de una de las pocas cosas buenas que ha hecho (este Gobierno ) es bajar el índice de homicidios en la ciudad de Buenos Aires”. “Los felicito”, dijo y bromeó que eso es una muestra de que “Macri no es el mal absoluto”.
Por otra parte, consideró que el fallo de la Corte Suprema que determinó que el Estado nacional debía devolverle a la provincia de San Luis 15 mil millones de pesos por coparticipación de impuestos no solo “es correcto” sino que, además, “es una actitud política” del máximo tribunal. “Sacar un fallo que se demoró mucho es poner distancia de un gobierno que posiblemente se esté tambaleando o que su futuro es un poco cuestionable”, interpretó.
Durante la entrevista, Zaffaroni se refirió también a la situación del máximo tribunal al señalar que la elección de Carlos Rozenkrantz al frente de ese cuerpo fue producto de “un juego de poder interno”. Sin embargo, lo cuestionó por “no saber manejar (políticamente) las cosas”. “Como diría en el barrio, no aprobó ‘Rosca 1’.”
“Si en un grupo de cinco uno se pone de acuerdo con otros dos para destituir a uno, se supone que lo mínimo que debiera hacer es consolidar su grupo, pero parece que eso no es lo que hizo”, explicó el magistrado y remató: “Creo que este muchacho nunca estuvo en la Unidad Básica del barrio ni en ninguna cosas de estas”.
Finalmente, afirmó que en la Corte hay “internas” que “empalidecen su imagen” y la comparó la labor de este tribunal con aquel que él integró: “Éramos ‘los siete locos’, pero ese fue el éxito. Pensábamos distinto, teníamos una trayectoria, un entrenamiento y especialidades diferentes. Sin embargo, hemos logrado no solo coexistir sino ponernos de acuerdo en cosas básicas y cuidar la imagen del tribunal”.