Al menos 16 personas murieron ayer en Nigeria mientras se celebraban los comicios presidenciales. La jornada electoral comenzó con un ataque en la ciudad de Maiduguri, al norte del país, atribuido al grupo yihadista Boko Haram que el viernes había anunciado su intención de perturbar las elecciones. Asimismo hubo explosiones en Yobe, motivo por el cual las elecciones en esa localidad se retrasaron hasta la tarde. Estos hechos, sin embargo, no impidieron la celebración de los comicios donde el actual jefe de Estado Muhamadu Buhari y el candidato opositor Atiku Abunakar se disputan el sillón presidencial. Al cierre de esta edición los votos estaban siendo contados y su resultado se anunciará en los próximos días. En la ciudad petrolera de Port Harcourt también se produjeron varias explosiones a primera hora de la mañana, así como también hubo robo de urnas y de material electoral. En el mismo estado, pero en la ciudad de Rivers, en un enfrentamiento entre el ejército nigeriano y un grupo armado que estaba provocando disturbios, fueron asesinadas al menos cuatro personas, entre ellas, un teniente. “Los atacantes bloquearon una carretera principal hacia la ciudad y tendieron una emboscada en las áreas edificadas adyacentes desde donde abrieron fuego contra nuestras desprevenidas tropas cuando intentaron remover la barricada”, afirmó el portavoz del ejército. 

El presidente Buhara, de 76 años y líder del gobernante Congreso de Todos los Progresistas, votó a primera hora en la ciudad de Daura, y se mostró seguro de su posible victoria. “Me voy a felicitar a mí mismo”, dijo el mandatario a los medios en su colegio electoral. El mandatario no hizo alusión a los hechos de violencia y se mostró satisfecho con el desarrollo de las elecciones, que en un principio se tendrían que haber realizado la semana anterior. Abubakar, su opositor de 72 años y líder del Partido Democrático Popular, votó en la localidad de Yola, en el estado de Adamawa (noreste), con el mismo entusiasmo que el mandatario. “Espero una transición exitosa”, dijo optimista a la prensa.

Buhari,exgeneral musulmán que ya había dirigido el país en 1983 durante las dictaduras militares, conserva un gran apoyo en el norte del país de donde es nativo. Su adversario Abubakar también es musulmán y originario del norte y a diferencia de Buhari, es el candidato de las clases medias y altas. 

A media tarde la votación ya había terminado en muchos colegios pero en otros había cientos de miles de nigerianos aún esperando para depositar su voto. “Habrá extensiones donde los colegios no abrieron a tiempo”, explicó en una comparecencia el presidente de la Comisión Electoral Independiente de Nigeria. La preocupación por los hechos de violencia fue lo que pospuso el comienzo de la jornada en algunas ciudades. El grupo terrorista Boko Haram, que se atribuyó los ataques, está en lucha desde 2009 y la derrota de esta organización fue una de las principales promesas de campañas de la anterior y actual elección de Buhari.