Racing se quedó nada menos que con el Clásico de Avellaneda y mató dos pájaros de un tiro. Uno, porque ganarle a Independiente significa mucho más que tres puntos. Dos, porque se asegura al menos por otra fecha el primer lugar en la tabla, más allá del resultado de Defensa y Justicia, que esta noche recibe a Boca. El equipo de Eduardo Coudet no jugó su mejor partido pero justificó la victoria en la gran actuación de su arquero, Gabriel Arias, y en la contundencia de sus delanteros.
Acelerador y a fondo. Así arrancó Racing ante un Independiente defensivo y perdido. Tanto que Lisandro López aprovechó a los 5 minutos un error en el fondo rojo, entró al área con total tranquilidad y sacó un disparo que Martín Campaña mandó al corner de manera espectacular. De ese tiro de esquina vino el primero de Racing: no necesitó mucho Alejandro Donatti para meter un cabezazo dentro de área y poner el 1 a 0 tras un rebote en Guillermo Burdisso.
Independiente requirió ese golpe para despertar y Fernando Gaibor primero y Fabricio Bustos enseguida tuvieron sus chances. El Rojo tomó el control pero no terminaba de concretar. Ahí estaba la diferencia: ambas defensas carecían de garantías; pero en cuanto a delanteras, la de Independiente no llegaba a fondo y la de Racing es implacable.
A la media hora Racing aflojó. Empezó a hacer tiempo y a pegar. Los de Holan tomaron las riendas, Cecilio Domínguez hizo una jugada bárbara y Gabriel Arias tapó una pelota increíble que era el empate. Palo y palo. El clásico de Avellaneda es así. Se juegan el barrio al menos hasta la próxima. Arias tapó otra increíble. Ya era la figura.
Un golpe sin intención a Leonardo Sigali, quien se retiró lesionado a los 41, demoró el partido y aceleró el nerviosismo del público local que llenó el Libertadores de América. Pero Gaibor definió de lujo un gran ataque y antes de que termine el primer tiempo puso el 1 a 1 que se veía venir. Sobre el final, Néstor Pitana le perdonó la vida a Arias con una amarilla por una falta a Martín Benítez y Gastón Silva se la perdonó a Racing con un tiro libre que mandó a las nubes.
El segundo tiempo fue una continuidad del primero. El Rojo iba y Racing no reaccionaba. A los 46, Gaibor se perdió por milímetros el segundo y enseguida también Domínguez. Independiente jugaba muy bien y con los dientes apretados. Pero Alan Franco, uno de los mejores del partido, le hizo una falta a Cvitanich en el área y el Licha López puso el 2 a 1 de penal.
Independiente siguió buscando, Benítez se perdió un gol increíble y Domínguez otro después, cuando Arias le quitó la pelota de manera espectacular. Con el Rojo jugado en ataque, Racing lo liquidó a los 94, con una contra que terminó en gol de Zaracho, habilitado por López.