Desde Roma
“Quisiera reiterar con claridad que si en la Iglesia se descubriera aunque fuera un solo caso de abuso, que representa ya de por sí una monstruosidad, tal caso será afrontado con la máxima seriedad”, dijo hoy el papa Francisco en su discurso al concluir el encuentro con obispos de todo el mundo sobre abusos sexuales en la Iglesia que se hizo en el Vaticano esta semana. Y agregó: “El objetivo de la Iglesia será escuchar, tutelar, proteger y curar a los menores abusados, explotados, olvidados. No importa donde ellos estén”.
Luego de la misa que celebró como conclusión del encuentro, en la Sala Regia del Vaticano, ante la presencia de los 190 participantes , el Papa hizo una suerte de balance de la situación de los abusos sexuales en el mundo y mencionó ocho puntos claves que seguirá la Iglesia a partir de ahora. Entre ellos la “tutela de los niños”, dando prioridad a las víctimas de abusos; “seriedad impecable” en el tratamiento de los casos, porque “la Iglesia no ahorrará esfuerzos en hacer todo lo necesario para entregar a la justicia a quien haya cometidos tales delitos y no tratará de encubrir o subestimar algún caso”; una cuidadosa “formación de los sacerdotes”; se “verificarán las líneas guías” que tienen en este sentido las conferencias episcopales y “se acompañará” a las personas abusadas.
No obstante estos puntos y las palabras del papa Francisco, las organizaciones de víctimas de abusos dentro de la Iglesia, que fueron recibidas días atrás por el propio pontífice, no están de acuerdo y piensan que esta reunión no ha servido para nada. A pocos metros de la oficina de prensa vaticana donde ha habido cientos de periodistas de todo el mundo en estos días, y pocos minutos después de que el papa terminara su discurso, representantes de dos organizaciones, Rete L’Abuso de Italia y ECA (Ending Clergy Abuse, la asociación que reúne víctimas de todo el mundo), se dijeron desilusionados por los resultados del encuentro en el Vaticano.
“A mí me parece que este encuentro no fue ni siquiera un punto de partida como algunos lo han presentado -declaró a los periodistas el italiano Francesco Zanardi, presidente de Rete L’Abuso -. Aquí la Iglesia se está declarando víctima ella misma. Y si se considera víctima, pues que se constituya en parte querellante en los juicios contra los curas pedófilos, no que los encubra”. Zanardi, 48 años, fue abusado por un sacerdote y hoy es es considerado un gran “cazador” de curas pedofilos.
El español Miguel Hurtado por su parte, portavoz de ECA, dijo que “el Papa se ha pasado la mitad del discurso hablando de los abusos fuera de la Iglesia. Nosotros hemos sido abusado dentro de la Iglesia, por sacerdotes, monjas, maestros católicos. Esperábamos una respuesta que el Papa no nos ha dado”. Y añadió: "Hoy el papa Francisco ha dado un guantazo a toda las víctimas de pederastia de los cinco continentes que han venido hasta Roma para pedir explicaciones”. Hurtado, originario de Barcelona, es un psiquiatra que denunció abusos por parte de un monje de la abadía de Montserrat, en Cataluña.
En la rueda de prensa que concluyó el encuentro, el moderador, padre Federico Lombardi, dijo que se está trabajando en el Vaticano en un Motu Propio del Papa (documento o decisión exclusivamente del papa) sobre la protección de los menores, en una nueva ley sobre este tema para la Ciudad del Vaticano y líneas guías para la diócesis de Roma (de la que el papa es el obispo). Además, indicó, la Congregación de la Doctrina de la Fe está terminando su “Vademecum” donde aparecerán todas las indicaciones y normas de cómo tratar los casos de pedofilia y la protección de las víctimas. Asimismo, concluyó, el Vaticano ayudará a la creación de “task force” (equipos de trabajo especiales) en distintos países, para ayudar a las personas y a las diócesis que no tengan medios como para enfrentar estos problemas.