Los fiscales a cargo de la investigación de la muerte de Natacha Jaitt comenzaron a estudiar las imágenes de las 12 cámaras de seguridad del lugar donde la mujer murió el sábado por madrugada, el salón Xanadú, de Benavídez, para contrastar ese registro con los dichos de los testigos. Sin embargo, el Procurador General de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, adelantó ayer que, aunque existen fuertes indicios de que la muerte de Jaitt “se produjo por causas naturales”, tanta “evidencia lineal” en ese sentido genera “ciertas sospechas” entre los fiscales. Por su parte, el abogado de la familia de Jaitt, Alejandro Cipolla, insistió con la hipótesis del “homicidio o algún otro delito” y aseguró que la muerte pudo haber sido “encargada por otra persona que no se encontraba en el lugar”.

El equipo especial de fiscales de San Isidro que investiga el caso analiza los videos en los que quedó registrada la actividad de Jaitt desde su llegada al lugar, y también lo que sucedió luego de su muerte, llegada de la policía inclusive. Hasta ayer, todavía no se habían abierto los teléfonos celulares de Jaitt y los cinco testigos, dispositivos en los que los fiscales esperan hallar mensajes, audios, fotos, videos y llamadas que aporten información para la causa. 

Ayer por la mañana, el Procurador Conte Grand advirtió acerca de “ciertas sospechas” entre los fiscales por la profusión de evidencia “excesivamente lineal” en función de la hipótesis de la muerte natural. “Por ejemplo, la existencia de cámaras funcionando en ciertos lugares, perfiladas hacia el lugar donde se habría producido el deceso”, explicó el funcionario. 

El abogado Cipolla, en tanto, insistió en poner en duda que Jaitt haya consumido cocaína por propia voluntad, algo que aseveraron algunos de los testigos. Hace poco, ella se había puesto “a disposición para una rinoscopía”. “Por eso entiendo que no pudo haber consumido droga; además de que ella me lo decía y le creo”, dijo.