La actividad inmobiliaria en la provincia de Buenos Aires se desplomó en enero un 78,8 por ciento mensual y registró una caída del 54,7 por ciento en doce meses. La pronunciada caída se explica por el impacto de la megadevaluación sobre las operaciones hipotecarias. La paralización de los préstamos se conjuga con el escenario de incertidumbre financiera y recesión económica que induce a postergar la adquisición de inmuebles. Los datos del Colegio de Escribanos bonaerense muestran que contabilizaron 3160 operaciones al comenzar el año. Fueron 3813 escrituras menos que las 6973 registradas doce meses atrás. Se trata del nivel más bajo en tres años.
La disparada en las tasas de interés y el incremento en el nivel de ingreso mínimo necesario para acceder a un préstamo continúan hundiendo las operaciones hipotecarias. Durante el primer mes del año se registraron en el territorio bonaerense apenas 250 transacciones financiadas con créditos UVA. La cifra representa una caída del 92,3 por ciento interanual frente a las 3253 operaciones registradas en el mismo mes de 2018. Pero no solo se redujo la cantidad de operaciones sino que también se contrajeron los montos. La disminución interanual fue del 67,3 por ciento en pesos.
Las autoridades del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires reclamaron que “se reactiven los créditos hipotecarios”. La pretensión de los intermediarios bonaerenses es que el gobierno relance los créditos UVA. “Sería muy esperanzador”, consideró el titular de la entidad Ignacio Salvucci. A comienzos de mes el secretario de Vivienda, Iván Kerr, aseguró que ese sistema de préstamos está “en jaque” producto de la inflación que el equipo económico no puede controlar. “Esta modalidad de créditos hipotecarios en UVA, a inicios del Gobierno, permitió bajar la barrera de ingreso que existe para el acceso al crédito”, dijo y subrayó que el año pasado “fue muy difícil” para la toma de esos créditos. “Con la crisis cambiaria que tuvimos que enfrentar, producto de la devaluación, el sistema se ha puesto en jaque”, expresó entonces el funcionario.
Las cifras provinciales están en línea con el depresivo escenario porteño. El Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires informó anteayer que la firma de escrituras de compraventa de inmuebles tuvo una baja del 55 por ciento en relación al mismo mes de 2018, mientras que la comparación frente a diciembre arrojó una merma de 56,5 por ciento. Las operaciones hipotecarias cayeron, por su parte, un 88 por ciento interanual. “Estamos en el piso de lo que puede dar el mercado argentino, creemos que mucho más no se puede bajar. Esperamos que este año el Estado vuelva a poner a disposición alguna herramienta para dar impulso al mercado”, expresó Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina.
El único dato positivo fue suministrado por la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales que reportó un incremento del 7 por ciento mensual en las operaciones de compraventa. A pesar de la mejora frente a diciembre, el indicador elaborado por la entidad se mantuvo un 6 por ciento por debajo de las cifras alcanzadas a comienzos del año pasado. “En la medida que la situación económica y política sean previsibles en lo sucesivo, se espera una recuperación sostenida en el mercado de compra y ventas de campos”, indicó la cámara. Mientras que los escribanos porteños y bonaerenses informan operaciones de compraventa, el índice difundido por la cámara rural no solo contempla las operaciones concretadas sino que también considera la cantidad de campos ofertados para la compra-venta y alquiler.