El ex presidente de Ecuador Rafael Correa advirtió ayer que una invasión a Venezuela supondría un nuevo Vietnam para Estados Unidos. En una entrevista con la agencia Efe, el ex mandatario también lamentó que los gobiernos de derecha en países de la región hayan retrasado décadas a América latina.
En momentos en que una coalición internacional encabezada por Estados Unidos intenta ingresar en Venezuela ayuda humanitaria, para Correa Estados Unidos no estaría dispuesto a intentar una invasión, pese a que su presidente, Donald Trump, o el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, no descarten ninguna medida. “Posibilidad siempre hay. Pero yo no creo que sea probable una intervención directa de Estados Unidos. Porque el costo en vidas humanas para ellos sería muy grande”, señaló el ex presidente desde Bruselas, donde reside.
Sin embargo, dijo, no hay que subestimar a Venezuela. “Intentar una invasión, como antes hacían en Centroamérica o en el Caribe... no hay que subestimar a Venezuela. Si creen que Maduro no tiene apoyos, que las Fuerzas Armadas venezolanas están contra Maduro, que la población no está dispuesta a defender a su país, que no tiene dignidad, soberanía, están totalmente equivocados”, dijo. “Eso va a ser otro Vietnam para Estados Unidos”, auguró Correa, en referencia al alto costo que supuso para Washington ese conflicto en el sureste asiático ocurrido entre 1955 y 1975.
Por otro lado, la cuestión de la ayuda humanitaria se utiliza, en su opinión, como provocación. “La llevan a la frontera en camiones militares, al lado colombiano, al lado brasileño, incluso por el Caribe, para que en algún momento a alguien se le salga de algún lado de la frontera un tiro y se genere un conflicto armado”, disparó. “Eso es lo más probable, que Estados Unidos utilice a Colombia, a Brasil, para generar un conflicto armado que ellos apoyen con alta tecnología, sus bombas y misiles dirigidos”, comentó Correa, quien gobernó Ecuador entre el 2007 y el 2017.
El ex mandatario rechazó, además, que haya una emergencia humanitaria en Venezuela, solo problemas económicos, y lo comparó a las armas de destrucción masiva que dijeron que había en Irak. “Aún las están buscando”, afirmó.
Por ello, Correa ubicó la situación que se está viviendo en Venezuela en el contexto de las amenazas a las que a su juicio se enfrentan los gobiernos de izquierda en países de la región. “Dicen que hay que sacar a Maduro porque es un presidente ilegítimo, que las elecciones no fueron transparentes. Yo estuve en esas elecciones, más transparentes no pueden ser. Pero no ganan los que ellos quieren que gane”, aseguró. “No pueden permitir que en el patio trasero, como nos considera Estados Unidos, haya un gobierno de izquierda y, más aún, manejando las reservas más grandes de petróleo del mundo, 300.000 millones de barriles”, continuó. Por ello, a su juicio, al problema lo tienen que resolver los venezolanos por medio del diálogo.
El ex mandatario, asimismo, se mostró convencido de que la oleada de gobiernos de derecha en países latinoamericanos ha retrasado en décadas a la región. “Hay una restauración conservadora. Vivimos con una derecha articulada nacional e internacionalmente sin límites, sin escrúpulos, sin respetar democracia, que nunca les interesó”, aseveró. “Claro que ha habido un cambio absoluto a nivel del balance político de la región. Hasta hace unos años, de diez países sudamericanos, ocho tenían gobiernos de izquierdas. Ahora solo quedan Venezuela, Bolivia y Uruguay”, apuntó. Según dijo, ya no se puede hablar solo de una restauración conservadora sino de un segundo Plan Cóndor. “Ahora son mucho más sutiles pero más eficaces. No llaman a los militares porque no tienen necesidad de ello. Es suficiente su prensa, el sistema de justicia, instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con sede en Washington, financiada por EE.UU., para imponer sus caprichos”, afirmó.
Correa se incluyó, junto al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, entre los políticos desprestigiados: “Ya no desaparecen, ya no torturan. Tan solo te arruinan tu reputación, te condenan en los titulares y jueces tan solo copian lo que dicen los titulares en la prensa burguesa”, enfatizó. No obstante, el ex mandatario confía en que algo queda y en que los pueblos, que, dijo, ya aprendieron que tienen derechos, reaccionen.
Lamentó en cambio no poder volver a hacer campaña o incluso ser candidato en las elecciones locales del 24 de marzo en su país, donde tiene 21 investigaciones y juicios penales y ha sufrido desde su punto de vista una persecución brutal.
En cuanto a la política nacional, se refirió al reciente acuerdo alcanzado en su país por el presidente Lenín Moreno con el Fondo Monetario Internacional. “El acuerdo con el Fondo es innecesario, es altamente costoso a nivel social y les va a ser costoso a nivel político, incluso a nivel económico”, dijo.
El expresidente, que durante su mandato rompió lazos con ese organismo al considerar que sus condiciones de crédito iban contra la soberanía, puso de relieve que las políticas del Fondo son recesivas, pero que el gobierno de Moreno ha apostado por ellas porque, dijo, les interesa solo proteger el pago de la deuda externa, del capital financiero, y no generar empleo. “Entonces, prefieren recurrir al Fondo diciendo que todo está mal, que todo está en crisis, para proteger esos intereses y darle el garrotazo al pueblo ecuatoriano”, indicó. Correa consideró, asimismo, que el mundo está al revés en Ecuador. “Ahora es un logro el tener un acuerdo con el Fondo Monetario, cuando es lo más fácil si usted se somete a todas sus condiciones y está dispuesto a reventar a su gente”, sentenció. “Si esa fuera la solución, ya seríamos mejor que Suiza”, concluyó.