Un consultorio emocional para la deconstrucción romántica es lo que propone María Virginia “Señorita Bimbo” Godoy en el programa Furia Bebé que se emite de lunes a viernes, de 16 a 18, por Futurock, una radio que también es comunidad. Desde allí, cada día, la actriz, comediante y conductora juega a desmontar los mandatos y prejuicios que indican cómo debe ser el amor, ese que se enseña desde antes de nacer a través de canciones y novelas, para inventar nuevas formas de querer, lejos de la heteronorma, el dolor y el deseo de agradar que formatea especialmente a las mujeres. En el programa que comparten con Malena Pichot y Martín Rechimuzzi, jamás debieron inventar una consulta, porque los vínculos son el gran tema de esta época desangelada, donde los encuentros parecen una quimera. Con gracia y agudeza, Bimbo Godoy lanza frases que distan de ser consejos pero sí son como estiletes, desde un personaje de “psicóloga de barrio”. Aquellas intervenciones –que Bimbo comenzó a hacer como micros en 2012 en el programa Villa Cariño- se convirtieron en un objeto de culto que se compartía en youtube y hoy ven otro formato: Bimbotiquín vol.1 es un libro editado por Futurock, que se presentará hoy, a las 19, en Casa Brava (Pichincha 120), con localidades agotadas para socios de Futurock. De cualquier modo, siempre vale el intento de acercarse a escucharla.

Bimbo Godoy subraya, ya desde el prólogo, que el amor es político. “Si bien nuestros vínculos son íntimos y privados, las maneras en las que amamos es parte de lo colectivo”, dice convencida de que “la palabra nos transforma y todes podemos tener, darnos y pasarnos herramientas terapéuticas que nos ayuden a sanar las heridas del amor romántico que traemos”. Así, el paso del espacio radiofónico al libro le permite a Bimbo refinar y reelaborar las ideas, pero siempre partiendo de la base de aquellas intervenciones nacidas al calor de la consulta. “Los vínculos siempre son un tema que genera interés”, dice Bimbo en diálogo con Rosario/12, y subraya el dolor que provoca saber que aquello que creemos tan genuino e intransferible también “viene programado” por el patriarcado. Desmontar mandatos, desconfiar de lo establecido, con la intención de generar nuevos vínculos es la propuesta de Bimbotiquín que –como reza la consigna feminista- invita a moverse por el deseo propio, despejándolo de las expectativas.

A Bimbo la entusiasma este momento de los feminismos, especialmente por su carácter transgeneracional. “Creo que estamos todes en la búsqueda de nuevas formas, y si bien las más jóvenes tienen más claras ciertas cuestiones del machismo, sigue existiendo esto de que el amor tiene que ser de una determinada manera”, reflexiona la comediante, que comienza el libro hablando de sus propias dificultades para encontrarse con el amor, no el de las películas, sino el propio.

Es el amor también lo que la une al proyecto Futurock. “Que te paguen el sueldo los oyentes es un montón”, se entusiasma, y refiere que ese espacio le permite encontrar su voz. “Como están los medios, siendo mujer y siendo gorda, es muy difícil hacer oír tu voz. Pero además, estar en los medios implica hoy también que por ahí tenés un jefe que es un tipo lleno de plata, o que lo odiás. Futurock me permite estar donde quiero estar y además, es una prueba de que hay mucha gente buscando otra cosa. Hay cada vez más fanzines, programas de radio feminista hechos por chicas que bancan su propio espacio, diarios digitales autogestivos. Yo por ejemplo llego a la información por otros lugares, porque no quiero darle visitas a los diarios hegemónicos online”, asegura Señorita Bimbo, contenta también por la diversificación del proyecto Futurock que permite, entre otras iniciativas, publicar un libro como Lecturas Feministas, de Gabriela Borrelli Azzara (que se presentó en Rosario el año pasado) y ahora el primer volumen del Bimbotiquín.