Ayer se escribió otro capítulo en la novela que protagonizan Ricardo Centurión y Racing. El volante no se presentó al entrenamiento de la Reserva, en tanto la institución que preside Víctor Blanco dejó trascender que en la respuesta a la carta documento enviada por el futbolista el miércoles ratificará que cumple “con las condiciones acordadas y las obligaciones que impone Futbolistas Argentinos Agremiados para que el jugador cumpla su rol”. “Desde el punto de vista legal se considera que no existió sanción laboral, en todo caso deportiva, y no afecta al contrato vigente”, se explicó desde legales de la Academia.
El martes, Ricky había enviado un telegrama para que se lo reincorpore “en un plazo de 48 horas” a los entrenamientos del plantel de Primera, tras la sanción que había aplicado el entrenador Eduardo Coudet con el aval del presidente del club, Víctor Blanco, y el secretario técnico, Diego Milito.
El jugador fue separado del plantel profesional por Coudet luego de haberlo desairado en pleno estadio Monumental, durante el partido ante River, y en momentos en que el DT le ordenaba ingresar al campo de juego. Desde ese momento comenzó a entrenarse con la Reserva, pero tampoco jugó ningún partido con el equipo, y es sabido que Coudet no lo quiere con el plantel profesional.
En la carta documento, Centurión responsabilizó al “secretario técnico Diego Milito” de “imponerle” el hecho de entrenar con la Reserva. Incluso Centurión indicó que si Racing no cumple el plazo establecido podría accionar alguna medida “bajo expreso apercibimiento de ejercer los derechos” que las normas le confieren e “iniciar las acciones judiciales expeditas a fin de obtener tutela efectiva” de sus derechos, aunque parece poco probable que quede con el pase en su poder.
Por último, el jugador expresó que hasta tanto Racing cumpla con lo que él pide, hará retención de tareas “hasta la total y cabal satisfacción” de sus “intimaciones y emplazamientos cursados”, algo que fue ratificado con su ausencia en la práctica de reserva.