Desde Brasilia
Falleció Arthur Araújo Lula da Silva, el nieto de 7 años de Luiz Inácio Lula preso en la sureña Curitiba desde abril del año pasado. Hasta el cierre de esta crónica se aguardaba que una jueza de primera instancia autorice su viaje a San Pablo para participar en el velorio. Según trascendidos era casi seguro el permiso pero algunos recordaban que hace un mes se le prohibió viajar al entierro de su hermano mayor Vavá, de 79 años. La gobernación del estado de Paraná, cuya capital es Curitiba, anunció que puso a disposición un avión. El pequeño Arthur fue internado ayer con un cuadro febril a las siete y veinte de la mañana y dejó de existir cinco horas más tarde debido a una meningitis meningococa, indicó el parte médico del Hospital Bartira de Santo André, en el Gran San Pablo. Arthur era hijo de Marlene Araújo y Sandro Luis Lula da Silva, que fue el encargado de llamar al expresidente para ponerlo al tanto de la tragedia.
La titular del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, contó que el abuelo de 73 años se encontraba “muy abatido” ayer en la Superintendencia. “Está muy triste, dijo que tendría que estar prohibido que un padre entierre a su hijo, un abuelo entierre a su nieto, lloró varias veces, intentamos confortarlo varias veces”. Hoffmann señaló a un grupo de periodistas reunidos frente al reclusorio que aún no se habían resuelto los aspectos “logísticos” para el viaje. El cuerpo del niño será cremado este sábado en el Cementerio de la Colina, en San Bernardo do Campo, donde Lula se forjó como líder metalúrgico en los años 70 antes cuando encabezó las huelgas multitudinarias que jaquearon a la dictadura. La noticia se conoció a primeras horas de la tarde. En pocos minutos los hashtags #FuerzaLula y #LiberenaLula se convirtieron en tendencia en la red social Twitter. El deceso de Arthur fue un sacudón. “Lula tiene derecho a enterrar a su nieto”, demandó la expresidenta Dilma Rousseff. “El presidente perdió a su nieto, estamos de tu lado, siente nuestro abrazo y solidaridad”, escribió en las redes sociales Gleisi Hoffmann. Lula está detenido cumpliendo una condena del ex juez y actual “superministro” de Justicia Sergio Moro, que sigue ejerciendo influencia sobre la magistrada Carolina Lebbos, a quien le corresponde autorizar el viaje.
El hijo del presidente Jair Bolsonaro se manifestó con lenguaje cloacal sobre la noticia, Se opuso que el “chorro” sea trasladado en avión y dijo que este hecho va a ser usado para que se lo vea como un “pobrecito”. Sitios de ultraderecha llegaron a escribir que el PT montó un plan para que el exmandatario se fugue durante el velorio .
Mientras tanto continuaban las diligencias de los abogados defensores para garantizar el traslado. “Haremos todo” lo posible para que el expresidente pueda despedirse de Arthur, prometió Hoffmann advertida de las condiciones anómalas que sufre el “preso político”. En octubre pasado las autoridades le prohibieron dejar la Superintendencia para votar y tampoco se permitió el ingreso de periodistas para entrevistarlo, derechos que asisten a todos los ciudadanos brasileños privados de la libertad. Horas antes del deceso de Arthur las autoridades habían informado que Lula no iba a tener derecho a recibir visitas durante el carnaval, otra medida considerada excepcional.