Juan Guaidó, el diputado venezolano que por orden del gobierno de los Estados Unidos se autoproclamó presidente para desestabilizar el gobierno constitucional de Nicolás Maduro, se reunió durante la tarde de ayer con el presidente Mauricio Macri. El legislador está realizando una gira por varios países latinoamericanos luego de salir de manera ilegal de Venezuela el pasado 22 de febrero cuando cruzó hacia la ciudad colombiana de Cúcuta para participar del festival musical que allí se realizó y coordinar los disturbios que se produjeron el día siguiente cuando no lograron hacer pasar los camiones con una supuesta ayuda humanitaria.
En rigor, Macri recibió en la Quinta de Olivos a un ilegal. Durante la reunión el mandatario argentino le reiteró el respaldo de su gobierno a la aventura desestabilizadora que encabeza Guaidó. Fue un gesto calcado al que realizaron el brasileño Jair Bolsonaro y el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez y que se acordó durante la reunión del Grupo de Lima que se realizó el martes pasado en Bogotá. En esa ocasión se decidió que Guaidó recorra una serie de países de la región mientras se define cómo será el regreso o si regresa Guaidó a territorio venezolano. El viernes 22 de febrero el diputado, que tiene prohibido por orden judicial abandonar el país, cruzó a territorio colombiano por uno de los tantos pasajes que comunican la selvática frontera entre Venezuela y Colombia.
Poco después del encuentro con Macri, el venezolano se trasladó hasta el edificio histórico de la Cancillería, el Palacio San Martín, donde brindó una conferencia de prensa. Guaidó anunció aunque sin precisiones que en los próximos días va a anunciar que realizarán nuevas marchas de protestas en Venezuela. Reiteró las mismas frases que utiliza en su país donde recurre a frases esperanzadoras pero sin definiciones concretas.
“Quiero agradecer al presidente Mauricio Macri y a toda Argentina por haber acogido a muchísimos venezolanos. El gesto que han tenido fue conmovedor. Ver en la plaza San Martín a miles de venezolanos y queda bien establecido quién tiene respaldo en Venezuela”, dijo ante los periodistas en referencia a un grupo de connacionales opositores que se habían agolpado en la puerta del edificio.
La presencia de venezolana fue escuálida. Si bien los participantes vivaron a Guaidó no lograron convocar a una multitud.
Durante la conferencia de prensa reiteró que está preparado para la transición que, en los planes de la derecha venezolana, implica el derrocamiento de Maduro. Guaidó dijo que esa famosa transición fue parte de la charla con Macri y como tal destacó la necesidad de mantener “la máxima presión” desde los países que integran el Grupo de Lima.
Como es habitual en Guaidó dijo que las instituciones venezolanas están “secuestradas”, obviando que es su grupo el que desconoce la Constitución y la reinterpreta de acuerdo a las necesidades de la oposición. Consultado sobre el rol de las supuestas representaciones diplomáticas que designó en las últimas semanas, Guaidó dijo el principal rol de estos representantes es el de “solicitar la protección de los activos venezolanos en el exterior”, un eufemismo para no hablar de que en realidad se trata del bloqueo que impuso Estados Unidos a las cuentas bancarias que Venezuela tiene en el exterior. Una maniobra de la que Inglaterra también participa.
Como en toda conferencia, Guaidó volvió a hacer un llamado a los integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para que abandonen el respaldo al presidente constitucional y se sumen a su intentona golpista. Por último, dijo estar “consciente del riesgo que amenaza la vuelta” suya a Caracas, donde advirtió que “ya hay 600 militares que se ponen del lado de la Constitución” pero se olvidó de decir que la FANB cuenta con casi dos millones de efectivos. Guaidó confirmó que hoy viajará a Ecuador.