Desde la llegada de Mauricio Macri al Gobierno, las emisiones de deuda totalizaron 174.338 millones de dólares. De ese total, el Tesoro Nacional emitió 147.743 millones, nada menos que el 84,7 por ciento. A su vez, del total de la nueva deuda el 78,7 por ciento fueron colocaciones denominadas en moneda extranjera. Los datos surgen del último relevamiento llevado adelante por el Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (ODE-UMET), que dirige Arnaldo Bocco, y dejan expuesto claramente uno de los principales problemas que deberá enfrentar quien gobierne el país a partir del 10 de diciembre.
El endeudamiento desenfrenado que llevó adelante el gobierno de Cambiemos elevó el stock de la deuda pública un 30,5 por ciento con respecto a octubre de 2015 llevándolo a 307.656 millones, según las propias cifras de la Secretaría de Finanzas correspondientes al tercer trimestre del año pasado. A su vez, el porcentaje de esa deuda sobre el Producto Interno Bruto (PIB) se disparó de 57,9 al 95,4 por ciento, la cifra más alta desde 2004, justo antes de la reestructuración de deuda que concretó el gobierno de Néstor Kirchner en 2005. Además, el ratio de deuda pública en moneda extranjera sobre PIB trepó extraordinariamente del 51,6 al 75,4 por ciento en los últimos tres años, lo que supone una condicionalidad todavía mayor.
“La deuda fue desde el inicio 2016 un pilar del gobierno de Macri y lo transformó en el mayor tomador de deuda de la historia. Las consecuencias de más tres años de endeudamiento dejan resultados muy negativos en términos económicos y sociales y comprometen el margen de maniobra de las futuras administraciones. Record de fuga de capitales, altísima exposición externa y crecimiento descontrolado con relación al PIB; y un costo social que se hace cada mes más duro para la sociedad son resultado de las políticas erradas que han caracterizado la gestión de Macri”, remarcó Nicolás Trotta, rector de la UMET. “A la escalada exponencial en los vencimientos de deuda, se suma la total incertidumbre en torno a cómo conseguirá el próximo gobierno el financiamiento externo necesario para no caer en un default de la deuda, así como a las posibilidades que tendrá para reactivar la economía bajo las condicionalidades de austeridad fiscal impuestas por el FMI”, agregó Trotta.
Los 174.338 millones de dólares emitidos por Argentina durante el gobierno de Macri incluyen deuda contraída por el Tesoro Nacional, las provincias y el sector corporativo, aunque el gobierno nacional ha sido el protagonista excluyente de este proceso. En 2016 se emitieron 39.159 millones y 26.597 millones correspondieron al Tesoro Nacional, en 2017 47.829 millones y el Tesoro concentró 36.985 millones, el año pasado las emisiones llegaron a 77.739 millones y el Tesoro sumó nada menos que 74.551 millones de ese total, mientras que en lo que va de este año aportó otros 9610 millones.
El festival del gobierno nacional incluyó deudas de todo tipo. Al comienzo de la gestión se concentró en emisiones de bonos soberanos en moneda extranjera, pero cuando se dificultó el acceso a los mercados internacionales se limitó únicamente a ampliar las emisiones de Bonar 2024 y Bonar 2025 para su colocación directa a bancos comerciales y su recompra posterior (operaciones conocidas como Repo). En tres años sumó emisiones de deuda en moneda extranjera por 71.268 millones de dólares, a un plazo promedio de 13,6 años.
A ese subtotal le sumó un stock de 12.623 millones de dólares en Letes en dólares a un plazo promedio de 230 días, otros 10.566 millones en Letes en moneda local y emisiones nacionales en moneda local por un monto equivalente a 24.886 millones de dólares. Por último, a esa deuda contraída en el mercado hay que agregar los 28.400 millones de dólares aportados por el Fondo Monetario Internacional el año pasado, lo que termina de redondear emisiones por 147.743 millones. Luego corresponde sumar 12.336 millones de dólares de emisiones provinciales en moneda extranjera a un plazo promedio de 8,2 años y 14.259 millones de emisiones corporativas a un plazo de 7,2 años, lo que termina de redondear un total de 174.338 millones de dólares.
Al analizar el stock de deuda pública por acreedor, se observa que entre octubre de 2015 y el tercer trimestre de 2018 el stock con el sector privado subió un 155,8 por ciento hasta alcanzar los 143.733 millones de dólares, mientras que el stock con el sector público se redujo en un 20 por ciento. El stock con organismos multilaterales y bilaterales también aumentó luego de los desembolsos del préstamo stand-by con el FMI: subió un 50,3 por ciento hasta los 43.219 millones de dólares.
El ratio deuda/PIB por acreedor también acompañó esta tendencia: mientras que en octubre de 2015 el ratio con el sector privado era de tan sólo del 9 por ciento, actualmente es del 44,6 por ciento, lo que representa una suba de 35,6 puntos porcentuales. El dato genera una preocupación adicional porque es justamente la deuda con el sector privado la que conlleva los mayores riesgos de refinanciación.