Passenger suena a nombre de una banda de rock... y no es tan equivocado. Lo era hasta el año 2009, cuando sus miembros decidieron que debían tomar caminos separados y su nombre pasó a ser el seudónimo de uno de ellos, Michael David Rosenberg, cuya música remite inevitablemente al folk de los años ‘70. Rosenberg, con padre estadounidense y madre inglesa, nació en Brighton & Dove, un pueblo inglés de menos de 300 mil habitantes. A los 14 años ya componía canciones, y a los 16 decidió dejar los estudios y comenzar su carrera como músico. Su voz y su guitarra recorrieron durante cinco años las calles del Reino Unido y Australia. “La calle es el lugar más difícil para tocar música. Si pasaste esa prueba, estás preparado para tocar en cualquier escenario”, dice Passenger.
El salto a la fama para Passenger llegó en el año 2012, cuando su canción “Let Her Go”, compuesta en 45 minutos, se volvió un éxito mundial. Hoy, el videoclip de la canción tiene más de 2.300 millones de reproducciones en YouTube y superó los 1.000 millones en las plataformas de streaming. El mes pasado, como telonero de su amigo Ed Sheeran, el artista inglés pudo conocer Sudamérica, pero su versión más íntima llegará mañana al Teatro Vorterix (Lacroze y Álvarez Thomas). Su voz y sus melodías llegan al corazón. No necesita de una banda para llenar el escenario y los arpegios de su guitarra endulzan las letras con las que muchos se sienten representados, como lo prueba su reciente disco Runaway.
–¿Está el nombre Passenger (pasajero) relacionado con tu manera de vivir?
–Cuando se me ocurrió el nombre hace varios años no había una razón en particular, sólo pensé que sonaba cool. Pero con el tiempo parece que realmente me interioricé en él. Tantos viajes y años tocando en la calle, y la manera en la que escribo mis canciones, realmente encajan de manera perfecta con Passenger.
–En tu canción “When We Were Young” mencionás tus ganas de viajar por Sudamérica. ¿Qué sabías de Argentina y qué te sorprendió mientras estabas acá?
–Siempre quise venir a Sudamérica. Viajo muchísimo, pero hasta hace unas semanas nunca había podido venir. Es una travesía increíble, y me siento un afortunado de poder viajar tan lejos de casa y tocar para otras personas. Soy un gran fanático del fútbol y siempre relacioné Argentina con ese deporte. Una vez acá, descubrí que la comida y el vino son fantásticos, y la calidez de la gente es muy linda. Hicimos un roadtrip de Buenos Aires a Santiago de Chile, en el cual pudimos parar en Rosario, Córdoba y Mendoza. Siento que pude conocer un poco más del país y quedé enamorado.
–¿Se puede esperar una influencia latinoamericana en tu próximo álbum?
–Sudamérica es un lugar increíblemente inspirador. Estoy seguro de que mis experiencias aquí encontrarán una manera de meterse dentro de mis próximas canciones.
–Cuando teloneaste a Ed Sheeran en el Campo de Polo, la gente que no te conocía se enganchó con tu show, incluso en medio del diluvio. ¿Esperabas esa reacción del público?
–Fue una experiencia hermosa. Estaba impresionado con la energía que transmitía la gente desde abajo, más aún considerando la lluvia y que no era la atracción principal de la noche. Fue muy especial.
–¿Cómo terminaste acompañando a Ed Sheeran en una gira mundial?
–Nos conocimos hace doce años, tocando para 30 personas en un pequeño pub de Inglaterra. Ed tenía 16 años y yo 23. Somos amigos desde esa noche. Siempre le dije que si alguna vez venía para Sudamérica me gustaría acompañarlo y cumplió. Siempre fue muy solidario conmigo, le debo mucho.
–En el show tocaste “The Sounds of Silence”, de Simon & Garfunkel. Tus canciones parecen estar muy influidas por las de ellos. ¿Quién te introdujo en su música?
–Paul Simon es mi compositor favorito de todos los tiempos y no tengo ninguna duda de que mi música esta fuertemente influida por él. Mi mamá y mi papá me hacían escuchar mucho Simon & Garfunkel, Bob Dylan y James Taylor cuando era chico. Todos ellos, junto con Joni Mitchell, Neil Young y Van Morrison están presentes a la hora de escribir mis canciones.
–¿Cómo abordás el proceso de composición?
–Generalmente todo comienza con alguna idea en la guitarra, luego la melodía y por último la letra. Sin embargo, cada canción es diferente. A veces se me ocurre alguna frase que me gusta y de ahí arranco con la parte musical.
–¿Cuál es tu canción favorita?
–La verdad es que no tengo una, sino que va cambiando a medida que sigo escribiendo. Suelen gustarme mucho las más nuevas porque tienen una frescura que las hace excitantes.
–Tu álbum Young as the Morning, Old as the Sea” (2016) roza la perfección. ¿Es tu favorito?
–Es un disco que me hace sentir orgulloso, pero no diría que es mi preferido. Tengo diez discos y amo a cada uno de ellos por razones diferentes. Ninguno es perfecto, así como la vida tampoco lo es.