Boca debutó anoche en la Copa Libertadores 2019 con un empate sin goles frente a Jorge Wilstermann en la ciudad boliviana de Cochabamba, en un encuentro correspondiente al Grupo G. El entrenador Gustavo Alfaro puso en cancha al equipo que logró dar vuelta el gran resultado conseguido en Santa Fe ante Unión por la Superliga. Sin embargo, a 2500 metros de altura, las piernas parecieron pesarle demasiado al conjunto xeneize, que se marchó del estadio Félix Capriles sin poder derrotar aún al equipo boliviano en los tres partidos oficiales que ambos disputaron por el máximo torneo continental.
La primera chance del partido fue para un ex Boca, Cristian Chávez, quien remató desde fuera del área, la pelota se elevó como un globo y bajó bruscamente para salir apenas arriba del travesaño. El xeneize presionaba en mitad de cancha y con Tevez unos metros retrasado procuraba asegurar la tenencia con toques por abajo. Pero los ataques se diluían al llegar al área rival, por lo que Benedetto quedaba aislado. Hasta que Silva bajó a Almendra en el área, pero el chileno Bascuñán no lo consideró penal. El trámite era ordinario y con nulas emociones, a excepción de un tiro libre de Ortiz que salió lejos del palo, hasta que llegó el entretiempo.
De vuelta de los vestuarios, Boca se paró un poco mejor en ofensiva. No obstante, fue Saucedo quien casi abre la cuenta para los bolivianos, que más tarde tendrían una doble chance en los pies del brasileño Silva y otra ocasión de Pochi Chávez que salió muy cera del poste. Alfaro metió cambios para dosificar energías y ganar oxígeno. Sobre el final, el uruguayo Nández desperdició las más clara para Boca, que apenas logró un trabajoso empate en la altura de Cochabamba en su objetivo por hacerse de su séptima corona.