Forzado por segundo año a buscar espacios más allá de la propia sede, el Teatro Argentino de La Plata presentó la programación de música, ópera y ballet para esta temporada. Los prolongados trabajos de refacción de la Sala Ginastera estarían finalizados recién para octubre, según anunció Martín Bauer, director del complejo de Avenida 51. Mientras, y el Centro Cultural Kirchner, el Teatro Coliseo y la Usina del Arte en la ciudad de Buenos Aires, serán los principales escenarios alternativos para el desarrollo de una programación que, evidentemente marcada por estrecheces presupuestarias, anuncia sin embargo algunos eventos particularmente interesantes.

Entre lo más destacado hay dos estrenos sudamericanos. Por un lado aparece Canto Fúnebre Op.5 de Igor Stravinsky, programada para el 20 de octubre en el CCK. Se trata de una pieza sinfónica que se ejecutó por primera vez en San Petersburgo en 1909 y que  no se pudo volver a escuchar hasta 2016, cuando Valeri Gergiev la interpretó con la Orquesta del Teatro Mariinsky. La obra, perdida durante la Revolución Rusa, había sido recuperada un año antes, cuando durante una remodelación del Conservatorio de San Petersburgo se encontraron algunas de las partes para orquesta. A partir de eso, la musicóloga Natalia Braginskaya reconstruyó la partitura general. El mismo Stravinsky recordaba esta obra, compuesta a la memoria de su maestro Nikolai Rimsky Korsakov, como “la mejor de las anteriores a Pájaro de fuego”, además de “la más avanzada armónicamente”, según decía a Robert Craft en el libro Memorias y comentarios (1959).  

Otro momento importante de la temporada será el estreno en esta parte del mundo de la ópera Un re in ascolto, del compositor italiano Luciano Berio, sobre un libreto elaborado por Italo Calvino a partir de un texto de Roland Barthes, un poema de W. H. Auden y referencias a Shakespeare, entre otras cosas. La puesta semimontada de lo que Berio llamó “acción teatral” tendrá lugar en la Usina del Arte el 6 y 7 de julio próximos. Participarán la Orquesta Estable del Teatro Argentino con la dirección de Pablo Druker, el Coro Estable a cargo de Hernán Sánchez Arteaga y un elenco encabezado por los cantantes Víctor Torres y Hernán Iturralde. 

La temporada de ópera del Teatro Argentino se completará con Madame Butterfly de Giacomo Puccini en el Teatro Coliseo, el 13 y 15 de agosto. Será una coproducción con el Sodre de Montevideo y contará con dirección musical de Diego Censabella, puesta en escena de Pablo Maritano, escenografía e iluminación de Enrique Bordolini, vestuario de Imme Moller y un reparto de cantantes liderado por Daniela Tabernig. Los días 15, 17, 22 y 24 de noviembre se repondrá Candide de Leonard Bernstein, en coincidencia con la reapertura de la Sala Ginastera. La dirección musical será de Pablo Druker, la régie de Rubén Szuchmacher y el elenco de cantantes estará encabezado por Santiago Martínez, Oriana Favaro, Héctor Guedes y Eugenia Fuente.

El ballet tendrá tres títulos en esta temporada. El 30 y 31 de mayo en el Coliseo Podestá y entre el 4 al 9 de junio en la Sala Piazzolla del Teatro Argentino, el Ballet Estable del Teatro Argentino ofrecerá un programa combinado con la Suite de Paquita (coreografía de Lidia Segni, basada en la original de Mazilier y Petipa), La noche de Walpurgis (Gounod-Lavrovsky-Filimonov), el estreno absoluto de Emperifollando tangos (con coreografía de Federico Fleitas) y Bolero (Ravel-Zartmann). Del 4 al 8 de septiembre, en la Sala Piazzolla, se pondrá en escena la Suite de El Corsario (reposición de Viktor Filimonov sobre los originales de Mazilier, Perrot y Petipa) y una selección de pas de deux (también repuestos por Filimonov). Finalmente, entre el 19 y el 22 de diciembre, en la Sala Ginastera del Argentino, se estrenará en el país la versión integral de Raymonda, en reposición de Martín Miranda según los originales de Petipa, con escenografía de Christian Prego y vestuario de Aníbal Lápiz.

   El “Ciclo anual de conciertos” tendrá cinco fechas y encontrará locaciones sucesivamente en el Coliseo Podestá y el CCK, para terminar en diciembre en la Sala Ginastera con un programa que incluirá entre otras cosas la Sinfonía nº3 de Witold Lutoslawski. El ciclo “La Orquesta Estable y sus solistas”, por su parte, tendrá lugar en la Sala Astor Piazzolla y se articulará en seis conciertos, entre el 12 de mayo y el 1º de setiembre. 

La serie “Conciertos extraordinarios” presentará entre otras cosas Terretêktorh, para 88 músicos dispersados entre la audiencia y Nomos Gamma, para 98 músicos dispersados entre la audiencia, ambas de Iannis Xenakis (el 2 de junio en el foyer de la Sala Ginastera) e Integrales, de Edgar Varèse, y Oiseaux exotiques, de Olivier Messiaen (el 29 de septiembre en la Sala Piazzolla).

La temporada de Centro de Experimentación y Creación (Tacec), que desde este año cuenta con la dirección de Beatriz Quinteiro y Mónica Paixao, dará inicio entre marzo y mayo con “Proyecto Archivos de una Memoria Posible”, una serie de acciones vinculadas al archivo como acumulación de información, registro vivo y también como acción. El décimo aniversario del centro de experimentación se celebrará el 2 y 3 de agosto, con la interpretación de Drumming de Steve Reich, con el ensamble Tambor Fantasma y la puesta visual de Martín Borini.

Otra temporada “on the road” para el Teatro Argentino y sus Odiseos, que hacia fines de año, parece, recuperarán su Itaca.