La ministra de presupuesto de Canadá, Jane Philpott, renunció el lunes y dijo que ya no confiaba en el gobierno del primer ministro Justin Trudeau, que está envuelto en una gran crisis política. “He estado considerando los eventos que han sacudido al gobierno federal en las últimas semanas y luego de una seria reflexión, he llegado a la conclusión de que debo renunciar como miembro del Gabinete”, dijo Philpott en su cuenta de la red Twitter.
“Los principios solemnes en juego son la independencia y la integridad de nuestro sistema de justicia ... Lamentablemente, he perdido confianza en cómo el gobierno ha tratado este asunto y en cómo ha respondido a los problemas planteados”, subrayó.
Según distintos medios, Philpott es cercana a la ex ministra de Justicia y procuradora general Jody Wilson-Raybould, quien desencadenó la crisis del gobierno liberal de Trudeau acusando a altos funcionarios de intentar evitar el enjuiciamiento por fraude del gigante de ingeniería SNC-Lavalin.
El anuncio sorpresa de Philpott, quien también se desempeñó como presidenta de la Junta del Tesoro, agrega otra capa a la compleja situación que vive Trudeau.
La semana pasada, la oposición pidió la renuncia de Trudeau y el lanzamiento de una investigación federal para investigar los reclamos de Wilson-Raybould durante su testimonio de febrero en la Comisión de Justicia de la Cámara de los Comunes. Wilson-Raybould dijo que Trudeau, uno de sus ministros y consejeros cercanos, le aplicaron una presión “inapropiada”, incluidas las “amenazas encubiertas”, para intervenir en un proceso penal y que la acosaron para que se resolviera el caso fuera de tribunales. La exministra se negó y el juicio está por comenzar.
Wilson-Raybould había hecho historia en noviembre de 2015 cuando un triunfal Trudeau, tras haber ganado las elecciones generales el mes anterior, la nombró como ministra de Justicia y fiscal general, la primera mujer y la primera indígena en ocupar esos cargos en Canadá. Pero el 14 de enero de este año, de forma sorpresiva, Trudeau aprovechó una pequeña remodelación de su gabinete para sustituirla al frente de Justicia y nombrarla ministra de Veteranos, un cargo considerado menor.
Poco después, un artículo aparecido en el influyente periódico canadiense The Globe and Mail señaló que durante meses Wilson-Raybould había sido presionada por la Oficina del Primer Ministro para que diese un trato de favor a SNC-Lavalin, la mayor constructora canadiense y que está acusada de corrupción. El 2 de febrero, Wilson-Raybould dimitió de su cargo como ministra de Veteranos y el 27 de febrero lanzó una carga de profundidad contra Trudeau al acusarle de presionarla durante cuatro meses para que interfiriese en el caso de SNC-Lavalin. Trudeau ha negado que Wilson-Raybould fuese presionada para que ofreciese un trato de favor de SNC-Lavalin, pero el primer ministro canadiense y otros integrantes del gobernante Partido Liberal y su Gobierno han destacado que tienen la obligación de defender los puestos de trabajo de los canadienses. La condena criminal de SNC-Lavalin por corrupción supondría la prohibición automática para que participase en contratos públicos en Canadá durante una década, lo que amenazaría la viabilidad de la empresa que emplea a unas 9.000 personas en el país. A SNC-Lavalin ya le ha prohibido el Banco Mundial participar en contratos financiados por la institución a consecuencia de los sobornos que la constructora canadiense pagó en Bangladesh también para conseguir contratos.
SNC-Lavalin había sido acusada en 2015 de corrupción por presuntamente sobornar a funcionarios en Libia entre 2001 y 2011 para asegurarse contratos del gobierno de Muhamar Khadafi. Trudeau quería que la Fiscalía ofreciese a la constructora un acuerdo de enjuiciamiento diferido para evitar los tribunales y que a SNC-Lavalin no se le pudiera prohibir participar en contratos públicos. La directora de la Fiscalía se había negado a ofrecer el acuerdo y Wilson-Raybould, tras evaluar el caso, respaldó a su subordinada en contra de los deseos de Trudeau.
Ayer Trudeau se vio obligado a modificar su agenda del día para concentrarse en el escándalo político que sacude su Gobierno. Trudeau tenía previsto viajar ayer a la ciudad de Regina, en el centro del país, para defender el plan de su Gobierno para luchar contra el cambio climático, un evento planificado con miras a las elecciones generales que se tienen que celebrar en octubre. Pero la Oficina del Primer Ministro comunicó la cancelación del viaje después de que Philpott, anunciase su dimisión. Trudeau sí mantuvo hoy una visita a la feria anual de la minería PDAC, la mayor del mundo y que se celebra en Toronto con la presencia de centenares de empresas del sector. La minería tiene un gran peso económico y laboral en Canadá y la bolsa de Toronto, conocida como TSX, la duodécima del mundo en capitalización, es el centro de cotizaciones del sector minero mundial.