A menos de tres meses de la final histórica que lo consagró campeón en Madrid ante Boca, River debutó en el Grupo A de la actual edición de la Copa Libertadores con un empate 1-1 frente a Alianza Lima.
Dando por tierra con las especulaciones que señalaban que Marcelo Gallardo --quien siguió el partido desde un palco, porque todavía está cumpliendo la suspensión que le aplicara la Conmebol por violar la orden de ingresar al vestuario de River en la vuelta de la semifinal del año pasado ante Gremio cuando lo tenía prohibido-- podría decidirse por jugar con tres centrales, el técnico no innovó y paró una línea de cuatro, con el debut de Angileri en la banda izquierda. El hombre proveniente de Godoy Cruz se asoció rápido al circuito ofensivo del Millonario, que lo tenía a él y a Montiel por el costado derecho como arietes para atacar usando el ancho del campo de juego. Con ese movimiento más Pratto y Borré bajando para juntarse con los mediocampistas, los once de Gallardo asumieron el protagonismo. Mientras, Alianza Lima retrocedía, esperando la oportunidad de contragolpear. Sin embargo, el primero que acertó una contra fue River, en el minuto 18, pero el remate cruzado de Fernández fue controlado por el arquero local, aunque dando un rebote demasiado largo que no pudo capitalizar Pratto.
El buen juego de la visita contagió al local, que después del minuto 20 emparejó el encuentro. De ese mejoramiento nació una chance inmejorable para Affonso por una desinteligencia defensiva del Millonario, aunque el centrodelantero estuvo lento y falto de potencia para definir. Fue un aviso, porque minutos más tarde, River volvió a equivocarse en defensa a la salida de un lateral largo ejecutado por Cuba y Manzaneda puso el inesperado 1-0 para Alianza. En desventaja, los de Gallardo lucieron desarticulados, sin hallar los caminos a Gallese y descubriendo las espaldas para los contraataques del local, sobre todo a través del hábil Manzaneda.
En el complemento, cuando el impreciso Quintero se activó, River ganó profundidad, pero la igualdad se demoraba. Tanto que desde el banco se hizo cirugía mayor. Primero se fueron Pratto y Quintero, reemplazados por Suárez y Ferreira. Más tarde, el nuevo dibujo se completó con la salida de Ponzio, sustituido por De la Cruz. Así el Millonario fue a la búsqueda de la igualdad. Pero no era una noche inspirada la de los hombres que habitualmente gestan el desequilibrio para River. Tan mala era que hasta Borré falló el penal que pudo darle el empate a River, luego de un centro de Pinola que el defensor Cuba rechazara como un arquero. Sin embargo, el pibe Ferreira se puso el traje de Quintero y sobre la hora empató el partido con un tiro libre que se metió en el ángulo derecho de Gallese, que había sido una de las figuras del encuentro.