53 por ciento aumentó el encarcelamiento global de mujeres entre 2000 y 2017, en tanto que el de hombres fue de un 19 por ciento. En América Latina la causa principal es por delitos de drogas menores y no violentos. La mayoría de mujeres privadas de su libertad viven en condiciones de pobreza o extrema pobreza y el 87 por ciento son las principales cuidadoras de sus hijxs y/o personas mayores. Los datos surgen del “Proyecto de visibilización del impacto de las políticas de drogas” de la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) y revelan que las políticas de drogas constituyen la principal causa de encarcelamiento de mujeres en esta región. “El paradigma prohibicionista refuerza la desigualdad de género de modo tal que criminaliza las economías de subsistencia.” Panamá encabeza el índice de encarcelamientos con un 70 por ciento de mujeres privadas de libertad por delitos de drogas; cierra la Argentina con el 43 por ciento. Las mujeres afectadas, plantea el estudio, “deben ser parte de los debates de reformas de políticas de drogas” con perspectiva de género y derechos humanos. Las más urgentes: descriminalización del consumo, proporcionalidad de las penas, eliminación de penas mínimas obligatorias y excarcelación.