El sacudón que hoy recorrerá las calles inundará también las plataformas de información y entretenimiento, entre ellas las pantallas de televisión. En el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la cadena Lifetime estrenará en Latinoamérica una miniserie documental que ya fue suceso en Estados Unidos y que muestra de forma cruda una larga historia de abusos, acoso y de un encubrimiento brutal. Se trata de Surviving R. Kelly (“Sobreviví a R. Kelly”), un registro que recoge testimonios de denunciantes del cantante de R&B, famoso, entre otros, por su single “I Belive I Can Fly”. En la víspera del estreno, PáginaI12 habló con una de las víctimas del músico, que acumula diez causas severas por violencia sexual, pedofilia y pornografía infantil: “Sentí que dar mi testimonio era mi obligación como mujer. Soy una sobreviviente”, contó Asante McGee, víctima de uno de los diez casos que recrea la serie.
McGee fue, como tantas otras mujeres (la mayoría menores de edad), fanática del cantante oriundo de Chicago, con quien además tuvo una relación. Su testimonio es de los más conocidos porque previo a su participación en el documental había publicado un libro en el que relataba su experiencia con el horror. Pero si bien su palabra no es nueva, en el material audiovisual cobra otro tono al estar incluido en un crudo y escalofriante relato coral. “Conocer los testimonios de otras mujeres me hizo sentir más cómoda, más segura, más respaldada”, aseguró ante la consulta de este diario sobre si la tranquilizaba no saberse sola. “La sensación de haber podido denunciar públicamente a alguien con tanta protección nos hizo sentir muy valientes”, deslizó. De la serie participan 52 entrevistados. Es la mayor cantidad de testimonios presentados en conjunto que ha habido sobre el tema en la televisión.
Según contó en numerosas oportunidades, McGee conoció la música de Kelly en 2012 y se cruzó con él cara a cara por primera vez en 2014. Cuenta que en aquella oportunidad vio en él “lo que todos veían”: “un hombre dulce y amoroso, que no pensarías que puede dañar a nadie”. Pasó un tiempo hasta que pudo conocer al verdadero Robert, como lo llama ahora. Vivió con él, fue víctima de violencias de todo tipo y presenció cómo hacía con otras lo mismo que con ella. Ese fue su límite. Dijo basta. Y vaya si lo hizo: ahora, cuando habla del cantante, lo describe directamente como “el diablo”. Sin eufemismos.
En la serie de tres capítulos –que en América latina se verán por Lifetime desde hoy y hasta el domingo, siempre a las 21.20–, uno de los ejes recurrentes de los testimonios es el rol que jugó la industria musical en el comportamiento de Kelly. La propia McGee habla de eso, sobre lo que ya había reflexionado en otra oportunidad. “El es un icono, un montón de gente lo ha protegido, y muchos sabían lo que pasaba pero se negaban a hablar y a reconocer que él podía destruir a alguien con su conducta enfermiza”, aseguró, al tiempo que definió a ese ambiente como “propicio” para situaciones de abuso y acoso sexual. Segura y convencida, opina que su música no debería sonar más en las radios, ya que eso hace que todavía muchas mujeres jóvenes crean en su inocencia, empujadas por el fanatismo.
Pero la “sobreviviente”, tal como su describe y asume, sabe que en realidad va más allá. Por encima de la industria musical, encuadra a su abusador en un caso de violencia estructural, con modos operandi típicos de quienes cometen violencia psíquica y mental. “Caí en todo lo que estaba pasando cuando vi lo jóvenes que eran las chicas que estaban en la casa conmigo. Como mujer adulta me di cuenta de que no podía tolerar lo que estaba pasando y que no podía dejar que otras lo vivan”, contó. Su relato coincide con el de tantas otras que se vienen acumulando hace tres décadas, cuando el mundo empezó a mirarlo con otros ojos tras descubrirse que se había casado con una chica de 15 años. Surviving R. Kelly hace sobre ese eje mucho hincapié, ya que gran parte de los delitos que se le imputan están vinculados con mujeres que al momento del abuso eran menores de edad.
Hace poco, posterior al estreno de la serie en Estados Unidos y en pleno auge del movimiento #MeToo, el músico habló del tema durante una entrevista en la cadena CBS. McGee la vio, y tuvo “sensaciones desagradables y muy traumáticas”. No terminó de verla, pero eso no la detuvo sino que la empujó a seguir adelante con su denuncia. “Sería importante probar que está mintiendo, pero en este punto creo que lo más urgente es que se garantice que no va a poder seguir siendo abusivos con otras mujeres”, aseguró, y reafirmó su compromiso y participación en el documental, que tendrá estreno simultáneo en Colombia y México, y en una semana también en Lifetime Brasil: “La única forma de ayudar a otras víctimas es contar las experiencias propias y ser alguien en quien otras víctimas se puedan apoyar”, cerró.