Amparado en los fueros que impiden detenerlo, el fiscal Carlos Stornelli no se presentó a declarar ayer como imputado en la investigación por extorsión y asociación ilícita que instruye el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla. El fiscal que gestiona la causa de las fotocopias de los cuadernos, de la que se derivan varias imputaciones en su contra, se negó desde el comienzo a entregar su celular para demostrar que no tiene relación con las extorsiones realizadas por el falso abogado Marcelo D’Alessio, y el miércoles recusó a Ramos Padilla y pidió la nulidad de la causa que pretende llevar a manos amigas en Comodoro Py. Quienes sí declararon, en carácter de testigos, fueron el animador Alejandro Fantino y la periodista Romina Manguel, compañeros del periodista Daniel Santoro en el programa Animales Sueltos. A la salida del juzgado, puestos ya en conocimiento del contenido de las carpetas que encontraron en la casa de D’Alessio, ambos dieron a entender que habían sido espiados.
La ausencia de Stornelli era previsible desde que trascendieron las extorsiones, cuando el oficialismo y los medios afines denunciaron una presunta operación urdida por ex funcionarios kirchneristas presos. La investigación, pese al faltazo, continuó con las testimoniales de Fantino y Manguel, quienes compartían con Santoro su programa, al que D’Alessio concurrió algunas veces invitado como experto en narcotráfico. Sus citaciones se relacionan con informes de inteligencia encontrados durante el allanamiento a la casa de D’Alessio, que evidencian actividades de espionaje sobre el perfil político de miembros del programa.
El animador y la periodista ingresaron al juzgado de Dolores a las 8.30, fueron recibidos por el juez y se retiraron juntos tres horas después. “Me voy absolutamente tranquilo porque vine a prestar mi testimonial”, dijo Fantino. Consideró que citarlos fue “un buen gesto de Ramos Padilla”, para que “podamos explicar lo que necesitaban para llegar a la verdad”. Respecto de Santoro, el periodista de Clarín que según la causa estaba relacionado con D’Alessio en sus maniobras de espionaje y extorsión, Fantino evitó pronunciarse. “Uno puede pensar que se tomó una licencia (en el programa) para solucionar sus cosas: yo no desconfío de Santoro ni de nadie, pero sí voy a empezar a cuidarme”, admitió. Manguel dijo que “todos los que ejercemos el periodismo tenemos que estar muy preocupados”. Explicó que la causa tiene que ver con el mundo del espionaje y de los “servicios inorgánicos que se nutren de una manera que yo no lo sabía de nuestro trabajo”.