El modo con que el Estado porteño eligió mostrar su presencia en Día Internacional de la Mujer fue con un desproporcionado operativo de la Policía de la Ciudad que, con amenazas, intentó evitar el corte de Callao y Corrientes que a primera hora concretaron las trabajadoras en actividad y las despedidas de empresas y organismos estatales.
Poco antes de las 7 de la mañana, trabajadoras y familiares de despedidos de las empresas Coca Cola, Madygraf, Siam, entre algunas, y del Hospital Posadas, entre tantas dependencias estatales, se concentraron sobre Corrientes, a metros de Callao. A los pocos minutos, la Infantería de la Policía de la Ciudad rodeó la concentración con un cerrado cordón que intentó evitar el corte.
A pesar de ello y con carteles que decían “Despidos no” y “Reincorporación ya”, los manifestantes cortaron esa avenida y fue allí cuando los policías comenzaron a ejercer presión posicionándose frente a la columna para impedir su avance.
Los momentos de tensión se dieron cuando los agentes de Infantería, hombres en su inmensa mayoría, triplicaron su presencia, rotaron de posición, armaron un segundo cordón y, con la orden de liberar Corrientes, intentaron desplazar la movilización hasta Callao.
“Ahí lo tienen al gobierno en el Día Internacional de la Mujer. Se prepara para reprimir a las mujeres que vienen a reclamar reincorporaciones y contra los despidos”, criticó el metrodelegado Claudio Dellecarbonara, presente en el lugar junto en apoyo a trabajadoras del subte.
Debido que en esos minutos también se incrementó la cantidad de manifestantes, los agentes bajaron los escudos y la situación se descomprimió. A los pocos minutos, el cordón policial se retiró del lugar y quedó libre el espacio de protesta.