“Ni una menos”, “Vivas nos queremos”, “No es no”, “Ele nao” y “Me too” fueron algunas de las consignas que resonaron durante toda la jornada de ayer en las calles de las principales ciudades del mundo, en el marco del Paro Internacional de Mujeres, del 8M. La mayoría tuvo lugar en América latina, que fue la vanguardia del movimiento feminista que recobró impulso en los últimos años.
En Colombia, el gobierno de Iván Duque se comprometió a fomentar la equidad de género, especialmente de las mujeres que viven en el campo, mediante la firma de dos pactos con los que se busca garantizar sus derechos. “Colombia es un país donde la legislación nos da igualdad de oportunidades. Pero una cosa es la legislación y otra la realidad que vivimos”, indicó la vicepresidenta.
En Ecuador, la Defensoría del Pueblo, junto a mujeres representantes de los sectores de la salud, educación y de organizaciones sociales que luchan por los derechos de la mujer, pidieron al Gobierno que se declare el “estado de emergencia” para la erradicación de la violencia contra la mujer. Gina Benavides, defensora del pueblo, instó al Ministerio del Trabajo a que se tome en cuenta las “situaciones de violencia y discriminación que vive la mujer en el ámbito laboral”. Miembros del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) llegaron ayer hasta la sede del Gobierno para protestar por el alza de la violencia contra las mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales en Chile, “agresiones que en los últimos años han dejado 20 muertos”. El movimiento, que también exige el reconocimiento legal de la doble maternidad y una nueva tipificación del feminicidio, precisó que desde 2002 y hasta marzo de 2019, 1.200 mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales han sufrido brutales abusos en razón de su orientación sexual o identidad de género.
En Uruguay, la precandidata del Frente Amplio (FA), Carolina Cosse, dijo este viernes que “es hora de que Uruguay tenga una presidenta mujer” y afirmó que la sociedad del país “está preparada” para ello. Lo hizo luego de asistir a un acto en la central PIT-CNT, que llamó a los trabajadores a participar en un paro de actividades de media jornada, en el marco de la huelga feminista.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, de quienes dijo que son más decididas, trabajadoras y honradas que los hombres. En un acto en el Palacio Nacional, el mandatario celebró el papel de la mujeres para acabar con el “régimen corrupto” en México hasta que él asumió el poder.
En Costa Rica, el gobierno anunció la creación de un frente común institucional para la atención de las mujeres en condición de pobreza, a fin de generar más oportunidades para mejorar su calidad de vida y la de sus familias. “Tenemos que reconocer que vivimos en una sociedad machista que es la que deriva en desigualdad salarial, de oportunidades y de violencia, y ese es nuestro gran reto”, afirmó el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado.
Europa y Estados Unidos fueron los otros epicentros de manifestaciones. En el viejo continente, la ciudades de Madrid y París albergaron las concentraciones más multitudinarias de la jornada.
En España, decenas de miles de personas se unieron a las marchas convocadas en Madrid y Barcelona. Bajo el lema “Si paramos nosotras, se para el mundo”, el movimiento feminista español convocó por segundo año consecutivo una jornada de huelga y paros de trabajo para el 8 de marzo que culmina con cientos de marchas en ciudades y pueblos de todo el país.
En Francia, miles de personas manifestaron en varias ciudades para denunciar la desigualdad salarial y la violencia de género. En París, miles de personas se congregaron en la plaza de la República para reclamar por la igualdad salarial y contra la violencia sexista.
En Italia, Miles de mujeres se pusieron en huelga y se manifestaron en las principales ciudades para exigir igualdad y derechos, así como para denunciar los casos de violencia machista en la sociedad. La más multitudinaria fue la protesta de Roma, convocada por el colectivo “Non una di meno” (Ni una menos) que congregó a miles de mujeres de todas las edades para teñir de fucsia el centro de la capital. Gritaron consignas contra el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, que recientemente defendió la reapertura de los prostíbulos, cerrados con una ley de 1958.
En Portugal, miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades para reivindicar la igualdad entre mujeres y hombres y mostrar enérgicamente el rechazo hacia la violencia machista. En la marcha de Lisboa participó el primer ministro de Portugal, António Costa, que durante la mañana se reunió con 18 mujeres que ocupan una posición relevante en la sociedad portuguesa.
También hubo manifestaciones en Asia y África.
En Turquía, la policía usó gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar una multitudinaria manifestación por el Día de la Mujer en Estambul. Los agentes lanzaron varias andanadas contra las manifestantes que se habían concentrado en la avenida Istiklal, la principal arteria comercial y de ocio de la ciudad, para denunciar las políticas del Gobierno islamista y las estructuras patriarcales bajo lemas como “No tenemos miedo”.
En Argelia, las protestas las protagonizaron decenas de miles de mujeres que desbordaron la calles de Argel en una movilización con un marcado tinte feminista y nacionalista. Flores, banderas, autorretratos, pancartas con reivindicaciones feministas mezcladas con anhelos de libertad política, un ambiente festivo y familiar y una consigna recurrente: “fuera la mafia que nos gobierna y nos roba” fueron las notas más destacadas de las protestas
La ONU hizo ayer un llamamiento a poner la innovación al servicio de la igualdad de género, reforzando la presencia femenina en la ciencia y la tecnología y pensando en las necesidades de las mujeres a la hora de impulsar nuevos proyectos.
Bajo el lema “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”, Naciones Unidas conmemoró el Día Internacional de la Mujer con un mensaje muy centrado en cómo la innovación puede acelerar el progreso hacia la igualdad.