En la escuela las y los docentes se enfrentan cotidianamente a situaciones ligadas a la sexualidad ante las que se sienten sin instrumentos. Alumnas que piden ayuda por embarazos no deseados. Niñas y niños que llegan a clase lastimados porque son víctimas de violencia doméstica. Instituciones que vulneran derechos de niñas o niños trans. Situaciones de discriminación por orientación sexual. Relatos de abuso sexual infantil. Chicas y chicos que necesitan que sus docentes acompañen procesos de crecimiento y de descubrimiento del propio cuerpo y del placer ligado al encuentro con otros. Preguntas que generan incomodidad por no saber qué responder.
La ley nacional 26.150 y la 2110 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires señalan que la educación sexual debe ser obligatoria en todos los establecimientos educativos públicos y privados en todos los niveles. Ante este desafío nació, en 2009, la Especialización Docente de Nivel Superior en Educación Sexual Integral que se dicta en el Profesorado Joaquín V. González, pública, gratuita y abierta a docentes y egresados universitarios y no universitarios de todas las disciplinas. Tiene como objetivo la formación en educación sexual integral, que va mucho más allá de lo biológico y la prevención de embarazos no deseados o de infecciones de transmisión sexual. Se trata de promover salud, la lectura crítica de la realidad y de garantizar derechos, entre los que se encuentra el de vivir la sexualidad con placer y felicidad.
Este postítulo aborda desde la biología del sexo hasta aspectos históricos, culturales y sociales que condicionan la vida sexual de las personas. En un proceso de aprendizaje colectivo, quienes cursan incorporan conocimientos sobre salud sexual, anticoncepción, prevención de Vih e ITS, historia, antropología, marcos legales; pero también hay lugar para trabajar la propia sexualidad y repensar prácticas, mandatos, tabúes, prejuicios e ideas machistas y represoras que se hicieron carne en el cuerpo a través de la educación sexual que desde siempre recibimos, por acción o por omisión, en la escuela, la iglesia y la familia, y que reproducen relaciones de opresión, estereotipos de género, desigualdad, y heteronormatividad.
El postítulo se propone instalar la idea del placer en las aulas y, cada sábado a la mañana, con sueño y cansancio de la semana laboral, y aun agobiados por cuestiones cotidianas, nos encontramos con ese placer. Vale la pena, porque cientos de docentes nos devuelven que cursar esta especialización les ha dado herramientas para la Educación Sexual Integral (ESI) pero además les ha hecho reencontrarse con el erotismo en la tarea cotidiana.
(*) Viviana Mazur es coordinadora y Claudia Bani y María Eugenia Otero son integrantes del Consejo Académico del Postítulo de la Especialización Docente de Nivel Superior en Educación Sexual Integral en el Profesorado Joaquin V. Gonzalez.
Más información: El postítulo se cursa los sábados, de 8.30 a 13, durante dos años. En marzo estará abierta la inscripción. [email protected]