De qué hablamos cuando se habla del vaciamiento del deporte argentino requiere cada vez de respuestas más precisas. Considerado en dólares, el presupuesto del área es apenas superior al que existía cuando asumió Claudio Morresi en la ex Secretaría de Deporte en julio de 2004, hace casi quince años. Con el agregado de que se perfila una tendencia. En 2019 los ingresos en pesos no alcanzarán a cubrir los gastos por la cotización en alza de la divisa estadounidense. Lo sostiene una fuente del Enard, el ente público y privado que gestiona y coordina los apoyos económicos para los atletas que dialogó con Página/12. El descalabro no termina ahí. El gobierno de Mauricio Macri retiene a través del Ministerio de Hacienda el impuesto a la telefonía celular que era la base de sustentación de las políticas deportivas. Y le fija al organismo que preside el empresario Gerardo Werthein partidas de dinero en cuotas mensuales por un monto sustancialmente menor al que percibiría con el sistema anterior. Queda desvirtuado así el espíritu por el que se aplicó el tributo a los celulares en junio de 2010, cuando se reglamentó la ley: apoyar al deporte de alta competencia. Hoy va a parar a los gastos generales del Estado que, váyase a saber, cuáles son.
La pérdida de ingresos del Enard se profundizará si se toma en cuenta que el impuesto a la telefonía móvil se aplicaba solo al abono y ahora --que el ente no lo recibe más-- afecta a todos los servicios que brindan las compañías. El viejo régimen de financiamiento del organismo se aplicó hasta 2017. En 2018 la diferencia presupuestaria no fue considerable, según la fuente del ente. Una razón de coyuntura lo explica: se disputaron los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires. Pero en 2019 se vienen los Juegos Panamericanos que tendrán como sede a Lima, Perú. Y las perspectivas son muy distintas. Habrá más gastos con menos ingresos. Está previsto que viaje una delegación de 800 atletas, aunque ya existen indicios de que las partidas de Hacienda no alcanzarán.
La selección de hockey femenino viajó a Oceanía y Asia para enfrentar a Nueva Zelanda, Australia y China el 10, 16 y 21 de marzo. El traslado de la delegación ronda los 160 mil dólares de gastos. Aunque magro, el presupuesto del Enard no se complementa con apoyos privados. "El empresariado invierte sobre seguro, cuando hay un título de campeón y no antes. Ningún sistema de mecenazgo incide en el deporte nacional", dice la misma fuente del ente.
La ley de Reforma Tributaria 27.430 no solo mantuvo los impuestos a los celulares. Los aumentó porque alcanzó a otros servicios de telefonía que pagan millones de consumidores, además del 1`por ciento que se destinaba al Enard sobre el abono. Una política económica que podría atribuirse al desembolso de los intereses de la deuda externa. Ahora el artículo 30 de aquella norma fija un tributo del 5 por ciento y para el ente del Alto Rendimiento se destinó en 2018 un presupuesto de 900 millones de pesos. "Para los años subsiguientes, dicho monto se incrementará por la tasa anual de crecimiento de los gastos primarios de la Administración Nacional incluida en cada proyecto de Ley de Presupuesto" dice el artículo 127 de la Reforma Tributaria.
El presidente de la Confederación Argentina de Deportes (CAD), Rodolfo Paverini, es una de las escasas voces críticas de la dirigencia contra la movida del Gobierno: "El ministro Dujovne manifestó que el impuesto al abono sobre la telefonía celular para el deporte argentino, distorsionaba la economía nacional. Por ello en la reforma tributaria se le quitó la autonomía y autarquía financiera. Para permitir que se financiara con una partida afectada al presupuesto nacional y ante el silencio extraño de los dirigentes a cargo del COA, socio fundador del Enard junto al Estado Nacional. El traspaso de aquel 1 por ciento a la cuenta de impuestos internos --gastos generales del Estado-- le ha hecho perder al deporte argentino más de 2500 millones de pesos anuales".
Desde el ente descartan que la reducción de ingresos afectará el pago de las becas fijadas a los deportistas. Pero sí reconocen que se reducirá la inversión en servicios y equipamiento para los atletas por la suba del dólar. Paverini recuerda que "uno de los supuestos motivos para el dictado del DNU del presidente Macri es el de potenciar los recursos del deporte a través de la privatización de servicios que pudiere brindar la Agencia del Deporte Nacional, como el alquiler o concesión de instalaciones y espacios deportivos. Este razonamiento colisiona con el desfinanciamiento al que fue sometido el Enard".
Con esta perspectiva, el presente del deporte argentino en cuanto a recursos lo ubica muy por debajo de sus mejores estándares históricos. Hoy en América del Sur es claramente superado en el rubro por países como Brasil --que siempre estuvo por encima--, Colombia, Chile y muy posiblemente Perú, si se considera que organizará los Juegos Panamericanos.
El Enard quedará así más lejos de cumplir con una de las metas que son su razón de ser: "Se trata de un proyecto estratégico, con un enfoque federal, participativo y de sustentabilidad en el largo plazo", se lee en la misión que tiene asignada y que figura en su página oficial.
Werthein, el empresario que casi al mismo tiempo de la pérdida de autarquía del ente consiguió con su grupo familiar comprar el predio del Tiro Federal --una sociedad civil que estaba instalada en tierras fiscales--, es su máxima autoridad. Lo rodean hombres del gobierno en cargos clave. La vicepresidencia la ejerce Diógenes de Urquiza Anchorena, el director de la Agencia creada por el DNU de Macri que fuera rechazado por la comisión bicameral permanente de tratamiento legislativo. Entre sus directores también figura el diputado nacional de Cambiemos y ex árbitro de fútbol Héctor Baldassi. Los acompañan directivos del COA que no musitaron una sola queja y de la desaparecida Secretaría de Deporte, además de dos ex atletas olímpicos consagrados: Gabriel Curuchet y Magdalena Aicega.
Ni aún con todo el empeño que ponga la conducción del Enard para lograr las metas que se fijó, podrá volver a ser el de antes. Porque perdió la autarquía y dependerá en el futuro de las cuentas del gobierno de turno, si se sobrepone al actual. Pero además, porque ahora el pago de sus ingresos quedará sujeto a la buena voluntad del ministro Nicolás Dujovne.