La fabricante de neumáticos Fate, con más de 1650 empleados, podría avanzar en la semana entrante en un proceso de reducción del 25 por ciento de su personal, es decir unos 450 trabajadores. Es lo que surge de la habilitación que obtuvo de parte del Ministerio de Producción y Trabajo para poner en marcha el procedimiento preventivo de crisis.
Tras ser notificada de la apertura formal del citado procedimiento por parte de la cartera que conduce Dante Sica, se puso en marcha un período de diez días hábiles para llegar a un acuerdo con la representación sindical (Sutna, en este caso) para implementar las desvinculaciones.
El procedimiento de crisis había sido solicitado a principios del mes de febrero por la empresa perteneciente a la familia Madanes Quintanilla, que además es dueña de las firma Aluar (aluminio) y de Hidroeléctrica Futaleufú (generación eléctrica). La caída de actividad de la tradicional fabricante argentina de neumáticos está directamente vinculada a la crisis del sector automotor. Fate es proveedora de Ford, Renault, Peugeot, Volkswagen y Mercedes Benz, es decir de cinco de las diez terminales que funcionan en el país. Su planta, ubicada en la localidad de San Fernando, tiene una capacidad de producción de cinco millones de neumáticos por año.
Un informe de la consultora Synopsis –citado ayer por el diario Ambito Financiero– señalaba que, durante el año 2018 fueron 108 empresas las que solicitaron procedimiento preventivo de crisis, como un reflejo de las dificultades de carácter estructural que provocó la recesión. Es decir, reducción de mercados que no se prevé recuperar en un lapso muy corto, altos niveles de endeudamiento (en algunos casos, con acreedores externos) que no se puede seguir refinanciando por las elevadas tasas de interés del mercado, y aumento de los costos por tarifazos públicos o indexación atada al dólar de proveedores privados.
Este año, el número de firmas que piden el procedimiento de crisis está en ascenso. En el caso de Coca Cola Femsa, la solicitud fue rechazada por la cartera de Producción, lo cual obligó a la empresa embotelladora a buscar una salida sin poder gozar de los beneficios del procedimiento especial. Dicha alternativa derivó en la cesantía de 35 trabajadores.
En su presentación ante el Ministerio, Fate argumentó que la caída de ventas, tanto en el mercado interno como externo, sumado a la presión impositiva, loe había provocado “pérdidas millonarias”, por las cuales se hacía necesario “una adecuación de turnos”, un eufemismo por reducción de personal a la par de la baja de la utilización de la capacidad productiva. Aunque ya tuvieron lugar varios rounds de negociaciones con el sindicato de trabajadores del neumático, no hubo avances ni coincidencias de posiciones respecto a una salida menos traumática. “Presentaron los últimos dos balances y dijeron que perdieron 300 millones de pesos, lo cual hace que la empresa diga que la situación es insostenible y se deban tomar medidas”, reveló Maximiliano Bronzuoli en una entrevista por radios semanas atrás, evidenciando las dificultades en esa instancia de negociaciones. Con el PPC debajo de la representación empresaria, las complicaciones serán mayores.