La segunda edición del Festival Internacional de Cine del Sur del Mundo, más conocido como Ficsur, se llevará a cabo –acorde a su espíritu– en las ciudades más australes del continente: del 15 al 22 de marzo se exhibirán 82 películas y se realizarán distintas actividades paralelas en las ciudades de Ushuaia, Río Grande y Tolhuin, de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Organizada por el Grupo Octubre, con apoyo de la provincia, la muestra cuenta con la dirección de la cineasta Paula de Luque, al igual quev en la primera edición de 2017 (en 2018 dirigió la edición online). La ceremonia de apertura será el viernes 15 por la noche en Río Grande, con la proyección del film La noche de 12 años, del uruguayo Alvaro Brechner, que relata los doce años de confinamiento solitario que vivieron tres de las personalidades más reconocidas del Uruguay contemporáneo, entre ellos su ex presidente, José “Pepe” Mujica.
Películas de directoras argentinas de la talla de Lucrecia Martel, Albertina Carri, Ana Katz, Alessia Chiesa y Mónica Lairana, entre otras, podrán verse en las pantallas fueguinas. De los 82 films de veinte países que componen el Ficsur, 60 fueron dirigidos por mujeres. No es casual: el tema de esta edición es Mujeres y Cine. “El festival tiene un eje central: Países del sur del mundo. En ese eje, en cada edición focalizamos en un tema. El festival es una respuesta a la mirada hegemónica que hay sobre nosotras, las mujeres; esa mirada que tiende a estigmatizar a la mujer a un solo tipo de actividad o a una sola forma de ser, o a una sola forma de estar en el mundo”, plantea De Luque. “Ahí donde ‘el lugar común’ llama ‘universo femenino’ está dicho tácitamente que el universo femenino es la casa, los hijos, los varones, gustarle a los varones, mirar revistas de moda y tonterías por el estilo. No digo que esas prácticas sean una tontería sino que lo es pensar a la mujer solamente en ese rol. El festival viene a demostrar que no hay un universo femenino: hay múltiples, millones de universos femeninos como mujeres habitamos el mundo”, explica la directora del Ficsur.
No es un tema menor que la entrada sea gratuita tanto para ver los films como para participar de las actividades paralelas (ver recuadro). “Creo firmemente que la cultura es un derecho, por supuesto, pero debe estar al alcance de todos. En una de las tres sedes del festival, Tolhuin, una ciudad muy pequeña de muy pocos habitantes, el público de allí participó en la última película de Carlos Sorín, Joel. El film se va a estrenar justamente en Tolhuin, en el marco del festival, con toda la gente que participó en él y viéndose. Esto para mí, que parece muy chiquito, es la razón de ser del cine: es un espejo de una cultura, en particular, y de un tiempo particular”, subraya De Luque sobre la relevancia de esta exhibición. “Es un tema de posibilidades que el Estado esté presente garantizando la cultura, más allá de las reglas del mercado”, explica la cineasta sobre la importancia de la gratuidad. Vale señalar que de los 82 films que tiene el Ficsur, 76 serán estrenos en Tierra del Fuego. “El público va a poder tener la oportunidad, en esos ocho días, de ver 76 películas que, de otro modo, no van a llegar a la provincia, y la entrada es gratis”, agrega la directora de Juan y Eva.
Vale recordar que en ese film Julieta Díaz interpretó a Eva Duarte. Y en esta edición, la actriz será la madrina del Ficsur, del mismo modo que su colega brasileña Sonia Braga lo fue en la primera edición. Díaz también trabajó con De Luque en La forma de las horas (aun no estrenada), en la miniserie La verdad y en dos proyectos que todavía De Luque prefiere no mencionar. “Pero esto no es un tema personal. Creo que Julieta es una de esas artistas argentinas que concentra una cantidad de cosas. En principio, es una gran actriz, también es una referente popular muy importante que concentra en una misma artista la popularidad y el prestigio”, explica De Luque.
Díaz no será la única mujer homenajeada en el Ficsur. También lo será una de las productoras más importantes de la Argentina: Lita Stantic. Habrá un foco donde se proyectarán tres de los tantos largometrajes que produjo: Camila (de María Luisa Bemberg), La ciénaga (Lucrecia Martel) y Cordero de Dios (Lucía Cedrón). “Se animó a producir cine que ahora parece que sería un poco más común, pero en aquel tiempo, cuando Lita produjo a María Luisa Bemberg, también era muy raro ser mujer y directora de cine. Y, además, no es que solamente produjo películas por ser mujer y por eso le hacemos un homenaje sino también porque trabajó en películas emblemáticas, con candidaturas al Oscar, grandes películas hechas por mujeres. Lita Stantic es la gran figura femenina de la historia del cine en los últimos años”, entiende De Luque.
El Ficsur tendrá como estructura tres competencias internacionales de Ficción, Documental y Cortometrajes. “Siempre la competencia de estos tres formatos es un organizador muy típico y facilitador para el público y los jurados. Luego surgió la posibilidad de hacer una competencia argentina, no internacional, de óperas primas de mujeres porque son tantas que se han volcado con un modo de decir y de filmar. Una película es un punto de vista sobre el mundo”, entiende la directora sobre el motivo de esta competencia que ofrecerá los primeros films de Valeria Bertuccelli, Mercedes Laborde, Alessia Chiesa, Mónica Lairana, María Alché, Sol Miraglia, Natural Arpajou, María Alvarez, Anahí Farfán y Agustina Comedi.
Habrá otros focos en el Ficsur. Uno de ellos está destinado al gran cineasta alemán Max Ophüls. “Es, además, el tío abuelo de mi compañero de vida, Jean-Pierre Noher. La Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín organizó una retrospectiva dedicada a Ophüls y ahora la podemos llevar al festival”, se entusiasma la directora de la muestra.
De Luque afirma que nunca las programaciones se hacen de acuerdo al gusto personal como espectador/a del director/a. “Uno trata de hacer una programación diversa y plural pensando en toda la gente que va a ir al cine a verla.”
Habrá también un Panorama Latino con películas de Venezuela, Colombia, Brasil, Chile, México, Perú y de Argentina. En relación a si encuentra puntos en común entre la cinematografía nacional y la del resto de América latina, De Luque lo analiza de la siguiente manera: “Dos películas hechas en Buenos Aires también pueden ser distantes, diversas. La gran característica del cine argentino es su diversidad. Y la gran característica del cine del sur es también su diversidad. Y eso está reflejado en esta programación”, concluye la directora del Ficsur.