El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene previsto pedir 8600 millones de dólares en el presupuesto de 2020 para financiar su prometido muro en la frontera con México. La información la dio a conocer ayer su consejero económico Larry Kudlow. La solicitud, que se dará a conocer oficialmente hoy, superaría con creces los 5700 millones por los que Trump se enfrentó con el Congreso a finales del año pasado, un episodio que terminó en un “shutdown” o cierre parcial del gobierno federal por 35 días.
Según afirmó el matutino Washington Post, la nueva solicitud contemplaría pedir 5000 millones de dólares para que el Departamento de Seguridad Nacional pueda continuar con la construcción de las paredes del muro y un adicional de 3600 millones para el Departamento de Defensa. “Trump va a seguir con su muro. El va a insistir con la seguridad fronteriza. Creo que es esencial”, añadió Kudlow.
Casi en simultáneo y desde Twitter, Trump insistió en su decisión de no dejar entrar migrantes a su país. “El muro está siendo construido”, reseñó desde la red social y luego justificó: “La patrulla fronteriza y las fuerzas del orden han detenido a un gran número de inmigrantes ilegales en la frontera con México”. Pero los líderes demócratas en el Congreso reiteraron de inmediato su oposición al financiamiento del muro. Y con la actual composición de la Cámara de Representantes a manos de los demócratas la nueva solicitud de fondos parece tener pocas posibilidades. “El presidente Trump ha causado daños a ocho millones de estadounidenses cuando imprudentemente decidió cerrar el gobierno para obtener su costoso e ineficaz muro, que, según había prometido, iba a ser pagado por México”, recordaron en un comunicado conjunto la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el jefe de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. “El Congreso se negó a financiar el muro y en consecuencia Trump se vio forzado a admitir su derrota y reabrir el gobierno. El mismo escenario se repetirá si trata de hacerlo de nuevo. Esperamos que haya aprendido su lección”, amenazaron.
La falta de acuerdo en las negociaciones del actual presupuesto entre el Congreso y la Casa Blanca llevaron a que el presidente Trump se negara a firmar la ley presupuestaria, lo que derivó en un cierre parcial del gobierno que se prolongó durante cinco semanas, el mayor de la historia.
Finalmente, el mandatario terminó aceptando el acuerdo entre republicanos y demócratas pero acto seguido declaró una ley de emergencia nacional para recaudar 6600 millones de dólares adicionales para la construcción de la valla en la frontera. La declaración de urgencia la hizo el pasado 15 de febrero luego de que el Congreso aprobara en su ley de presupuesto solo 1375 millones para el muro frente a los 5700 millones que él había pedido.
La decisión de Trump de saltearse al Congreso no dejó conforme a los legisladores. Por ello hace dos semanas la Cámara de Representantes votó la anulación de la declaración de emergencia con una mayoría de 245 votos frente a 182. Mientras tanto el Senado, controlado por republicanos, votará la misma resolución esta semana. A pesar de la presión de sus líderes y de la Casa Blanca, algunos senadores republicanos ya anunciaron que planean unirse a los demócratas y oponerse a la declaración de emergencia. Varios de ellos argumentaron su decisión en el hecho de que el decreto firmado por Trump podría sentar un precedente para que en un futuro un presidente demócrata utilice la declaración de emergencia para promover algún otro proyecto que se oponga a la decisión del Congreso. La postura de estos senadores republicanos proporcionaría una mayoría para anular la declaración de emergencia. Sin embargo, esto abriría el camino para que Trump vete el proyecto de ley de presupuesto que ya aprobó el Congreso y que no contempla los millones que pidió para construir el muro. “Va a vetar esto”, sugirió ayer John Barrasso, el tercer republicano del Senado, a la cadena Fox News.