La falta de previsibilidad en el manejo de la política monetaria volvió a ejercer presión sobre el tipo de cambio. Pese a que el Banco Central subió dos puntos porcentuales la tasa de interés rectora del sistema a través de las letras de liquidez (Leliq) hasta llevarla a casi el 60 por ciento anual en promedio, el nivel más alto del año, la divisa cerró en alza. El precio del dólar al público se ubicó 42,26 pesos, según las pantallas del Banco Nación, tres centavos por encima del viernes. En el mayorista el aumento fue de 10 centavos a 41,30 pesos, con la particularidad de que durante la mañana había cotizado en baja y llegó a ceder 80 centavos. 

El cambio de tendencia se exhibió previo a conocerse el resultado de la licitación de letras. En el mercado se aguardaba por una licitación desdoblada -una cerca del mediodía y otra sobre el cierre de la jornada-, como venía sucediendo en los últimos días, pero el Banco Central hizo una sola operación. Operadores del mercado cambiario vinculados al sector exportador sostienen que el cambio en la estrategia puso nervioso a financistas y reavivó la demanda sobre el final del día. Las reservas internacionales finalizaron en 68.524 millones de dólares, con un descenso de 20 millones.

Sin resultados económicos positivos de gestión para mostrar en campaña electoral, el Gobierno se conforma con mantener la estabilidad del tipo de cambio, aunque la suerte de esta última esté atada a los desajustes que provocó el macrismo en otras áreas. Desde fin de febrero la demanda de divisas comenzó a recalentarse al calor de una inflación que, lejos de desacelerarse, se mantiene en alza. El Central, que sólo tiene como herramienta después del acuerdo con el Fondo Monetario congelar la actividad vía tasas para frenar una nueva corrida, modifica las reglas todo el tiempo en función de la evolución del dólar, lo cual es percibido por los actores del mercado que aprovechan la situación para pulsear por más devaluación de la moneda.

La semana pasada la divisa llegó a dispararse 4,3 por ciento en un día. La autoridad monetaria que conduce Guido Sandleris, bajó la supervisión del FMI, definió entonces un mecanismo de dos licitaciones diarias para poder aspirar más pesos del sistema sin necesidad de subir demasiado la tasa. Apenas logró contener la escapada hasta el viernes. Ayer pretendió volver al esquema habitual de una única licitación después del mediodía. En esa operación convalidó una suba de 196 puntos básicos (casi dos puntos porcentuales) hasta un corte de 59,863 por ciento anual, con la que absorbió 185.727 millones de pesos. Algunas adjudicaciones se hicieron con una tasas por encima del 60,73 por ciento anual.

Sin poder escapar al trade off entre tasa y dólar, la demanda mayorista aumentó y borró el recorte de hasta 80 centavos que exhibió el precio en las primeras horas. Hubo operadores que al no realizarse la licitación comenzaron a tomar posiciones en dólares. También vinculan la suba con la ruptura dentro de Cambiemos en Córdoba. 

De acuerdo con el segmento de divisas extranjeras (Forex) del mercado electrónico, la cotización mayorista tocó mínimos de 40,40 pesos. “Desde esta zona inició tendencia al alza que duró toda la jornada”, según el comentario del Forex. En esa plataforma se operaron 597 millones de dólares, cerca del promedio de los últimos días. En el mercado de futuros en Rosario (Rofex) se negoció el equivalente a 944 millones de dólares con un precio de 42,42 pesos para el cierre de mes y de 44,40 en los contratos pactados para fines de abril.