Los Boeing 737 MAX no podrán volar más en Europa. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) decidió suspender los vuelos de este modelo (el del accidente en Etiopía, con un saldo de 157 muertos) en todo el espacio aéreo comunitario. En la Argentina, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) todavía no tomó ninguna determinación.
En diálogo con este diario, Pablo Biró, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), detalló: “El accidente en Etiopía fue el domingo. El lunes a la mañana, Aerolíneas Argentinas no hizo nada, entonces APLA le mandó una nota para que tomara medidas urgentes y que informara sobre lo que iba a hacer. Como no obtuvimos respuesta, a media mañana le mandamos una carta documento a la ANAC, haciéndola responsable por cualquier accidente que pudiera ocurrir si no tomaba medidas”.
Puesto que ni la ANAC ni la empresa tomaban alguna decisión, “a las 17, desde APLA indicamos a los pilotos que no tomaran servicio en los 737 MAX –continuó Biró–. Porque en el caso de la aviación debe primar el sentido común. La seguridad es lo primero”. Poco después de esa decisión, empezó a hacerse público que empresas aéreas de otros países también dejaban de volar esos aviones. “A las 18, la brasileña GOL anuncia que deja de usar esos aviones. A las 19 lo anuncia Mexicana de Aviación. Recién ahí Aerolíneas Argentinas dijo que no iba a usar esos aviones”, siguió la cronología el secretario de APLA.
“Es una barbaridad demorar tanto. Hubo dos accidentes con características similares, a pocos minutos del despegue. Con la flota en tierra, se pueden analizar las causas y evitar que vuelvan a producirse”. El accidente del domingo en Etiopía se cobró 157 vidas y ocurrió después de que el piloto solicitase regresar al aeropuerto de origen. El 29 de octubre de 2018, otro Boeing 737 MAX de la compañía indonesia Lion Air se estrelló en el mar de Java minutos después de despegar desde Yakarta con 189 ocupantes.
Hasta la noche de ayer, en la página oficial de ANAC sólo se comunicaba que se analizaba la situación. El gobierno informó que estudiaba junto a los países de la región la posibilidad de un cierre del espacio aéreo argentino para los vuelos de aviones Boeing 737-8 MAX, similares a los dos accidentados en los últimos seis meses provocando la muerte de 346 personas, mientras más aerolíneas y países se sumaban a la suspensión de las operaciones de esos aviones y las acciones de la fábrica Boeing caían abruptamente en la Bolsa de Nueva York.
Tomás Insausti, titular de la ANAC, dijo que analizaban, en forma conjunta con los otros países de la región, la decisión de cerrar el espacio aéreo argentino para el vuelo de los aviones Boeing 737-8 Max, aunque la medida no sería inmediata. “Cualquier decisión respecto al cierre de espacio aéreo es mejor si es coordinado entre los países de la región y es algo que estamos hablando como posibilidad, pero no inminente. Se está en consulta permanente con las autoridades regionales de aviación y es algo que vamos a decidir en conjunto, no individualmente”, señaló Insausti. Consultado sobre esto, Biró destacó que “cada país tiene autonomía para decidir sobre su espacio aéreo. No hace falta esperar la decisión de otros países”. En la práctica, la medida de Aerolíneas Argentinas de suspender los vuelos de estas aeronaves –adoptada en el atardecer del lunes– implica que no haya operaciones de estos aparatos en el país, porque es la única compañía que vuela sobre territorio argentino con estos equipos.
Ayer a la mañana el Reino Unido se convirtió en el primer país europeo en suspender todos los vuelos comerciales con el Boeing 737 MAX, luego de que Australia y Singapur adoptaron más temprano idéntica medida. Luego lo hicieron Alemania y Omán, sumándose a China, Indonesia, Etiopía y Mongolia en la decisión de no permitir operar ni el uso de sus espacios aéreos a ese modelo de avión. Por la tarde, la Unión Europea también cerró su espacio aéreo para este modelo. Ya son 30 compañías aéreas que decidieron dejar de usar esto aparatos.
En tanto, el fabricante aeronáutico Boeing sufrió la caída de un 5,33 por ciento del valor de sus acciones por segundo día consecutivo, acumulando una pérdida de 25.000 millones de dólares. Aproximadamente una hora y media después de la apertura de la sesión en Wall Street, los títulos de la firma retrocedían ya un 5,33 por ciento, al nivel de la jornada anterior, lo que representaba una pérdida de 12.000 millones de capitalización, a lo que se suma lo perdido ayer, casi 13.000 millones de capitalización bursátil, también un 5,33 por ciento.
Boeing reaccionó anunciando que procederá a una actualización del software operativo de su flota completa de aparatos 737 MAX 8. El anuncio se produjo pocas horas después de que el organismo federal de aviación estadounidense, la Federal Aviation Administration, manifestara su intención de pedirle al fabricante algunos cambios en sus aparatos antes de abril.