El Banco Macro pidió la quiebra de la productora de harina, aceites y sus derivados Molino Cañuelas, por una deuda con la entidad por 10 millones de dólares, según trascendió. El pasivo total de la firma fue estimado en 1350 millones de dólares, principalmente en manos de grandes bancos locales y otras entidades financieras internacionales. Cañuelas, empresa molinera controlada por la familia Navilli, había iniciado a principios de febrero conversaciones con sus principales acreedores para buscar algún acuerdo de refinanciación. Ayer, ante las versiones del pedido de quiebra de parte de uno de ellos, la firma anunció que había alcanzado “un principio de acuerdo con los comités de acreedores financieros” para poder continuar con sus operaciones “industriales y comerciales en forma normal”.
Entre los principales acreedores de la firma Molino Cañuelas aparecen las entidades locales Banco Galicia (con 38,5 millones de dólares), Banco Nación (55 millones), HSBC (45 millones), Santander Río (36 millones), Banco Provincia de Buenos Aires (34 millones) y BBVA Banco Francés (24,5 millones). La firma también tiene deudas con entidades internacionales. La crisis financiera de la empresa se agravó a mediados del año pasado cuando tuvo que desistir de su intención de abrir su capital a la Bolsa, operación por la cual esperaba obtener créditos por 330 millones de dólares.
El principio de acuerdo anunciado por la empresa abarca también a instituciones multilaterales de créditos y financieras internacionales, como también a “varios de los más importantes bancos públicos y privados nacionales, que representan un porcentaje abrumadoramente mayoritario del total de su deuda financiera”, según expresó Molino Cañuelas en su comunicado. “Ello nos augura un apoyo decisivo en el proceso de continuación de nuestras operaciones”, agrega, y “en ese empeño, las partes del acuerdo se encuentran trabajando activamente en la instrumentación de la documentación definitiva”.