Seis alumnos, un empleado y la directora de una escuela de San Pablo, Brasil, fueron asesinados por dos jóvenes que ingresaron al edificio con armas de puño y abrieron fuego a mansalva. Según la Policía Militar local, los atacantes se habrían suicidado luego del hecho y se investiga si uno de ellos portaba una bomba que no detonó. Hay al menos 17 heridos.
La masacre, ocurrida durante el gobierno de Jair Bolsonaro que fomenta el uso indiscriminado de armas, tuvo lugar en una escuela de la ciudad de Suzano, en la zona metropolitana de San Pablo. Allí se montó un cordón de aislamiento y se trasladaron profesionales para contener a los familiares de los estudiantes.
Juliano Simoes de Santana, un vecino del lugar, contó a Folha de Sao Paulo que se acercó hasta allí luego de oír los disparos y vio “varios niños saliendo ensangrentados”. Detrás de ellos, profesores y personal administrativo, “todos corriendo” shockeados.
La Policía Militarizada explicó a los medios que "dos encapuchados, aparentemente dos adolescentes" entraron en la escuela pública Raúl Brasil, a unos 60 kilómetros de la capital paulista, y "efectuaron varios disparos". Seis de las víctimas murieron en el instante, mientras que otras dos fallecieron más tarde en el Hospital de Clínicas de esa ciudad.
Los dos asaltantes mataron a siete niños, cuyas edades no fueron aún divulgadas, la directora de la escuela y a un empleado. Posteriormente, ambos se habrían suicidado. Por las redes sociales trascendieron las fotografías de ambos jóvenes tirados en uno de los pasillos de la escuela. Según la policía, habrían tenido entre 20 y 25 años.
Hasta esa institución se desplazaron seis unidades de rescate, tres unidades de ambulancias y dos helicópteros de la Policía Militarizada, que trata de investigar los motivos de la masacre.