Apenas perceptible el trabajo doméstico contribuye a un aspecto de la equidad de género y la segregación laboral que suele pasarse por alto: el 98 por ciento de las más de 1,3 millones de personas dedicadas a esta tarea son mujeres. Esto significa que alrededor del 15 por ciento de las mujeres ocupadas en Argentina son trabajadoras domésticas. Dada la precariedad laboral que enfrentan estas trabajadoras estamos ante uno de los causantes de las brechas de género que prevalecen en el mundo laboral argentino.
Aunque las trabajadoras domésticas están a cargo del hogar, los hijosexiste un velo de invisibilidad social sobre su tarea. “Roma”, la película de Alfonso Cuarón, permitió acercar este debate a un público masivo, que se muestra cada más interesado en las dinámicas de esta relación laboral y sus determinantes. Confinada al domicilio del empleador, la actividad crea condiciones de aislamiento que diluyen el contacto entre quienes conforman el sector.
En paralelo, existe una relación de afecto entre empleadores y trabajadoras de casas particulares, construida a lo largo de años de confianza. Ese afecto no siempre conduce a la profesionalización del vínculo laboral, que equivale al cumplimiento de los derechos y obligaciones de cada parte.
En Argentina, a pesar de las mejoras, 7 de cada 10 trabajadoras no se encuentran registradas. El registro es la puerta de entrada a los derechos laborales y la inclusión social: salario mínimo, horario de trabajo, vacaciones, licencia por maternidad, indemnización en caso de despido, aguinaldo, protección social, entre otros. Avanzar en la formalización de este sector es una prioridad de la oficina argentina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Hubo avances. La ley 26.844, sancionada en 2013, significó un logro crucial en materia de cumplimiento del Convenio 189 de la OIT. Ahora, es momento de promover que esos derechos ya reconocidos por la ley se conozcan y cumplan. Este desafío requiere del esfuerzo del gobierno, las trabajadoras y los empleadores. Junto a la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP), el sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (SACRA) y la secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la OIT genera información y capacitación.
En el año de su centenario y del 50º aniversario de la oficina en Argentina, la OIT apuesta a redoblar su compromiso para lograr una mayor igualdad de género en todos los sectores del mercado laboral, dándole así forma al futuro del trabajo que queremos.
Elva López Mourelo. Doctora en Economía, oficial de mercados de trabajo inclusivos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Argentina.