Después de algo más de cuatro meses, San Lorenzo volvió a ganar. Fue 1-0 ante Junior de Barranquilla, en el Nuevo Gasómetro, por la segunda fecha del Grupo F de la Copa Libertadores, con un gol de Román Martínez. La necesidad de una victoria del Ciclón quedó plasmada en el esquema que planteó Jorge Almirón, con tres delanteros netos y una mitad de cancha con dos volantes de creación y sólo uno de contención. Con esa idea buscó asumir el protagonismo, pero le costaba encontrar espacios por el buen bloqueo defensivo del conjunto colombiano, que intentaba presionar en tres cuartos, sin meterse en su campo. Además, cuando conseguía la pelota, la visita tocaba con precisión e insinuaba peligro en cada acción de ataque, tanto que Monetti trabajaba mucho más que Viera. San Lorenzo era muy lento en sus progresiones ofensivas y eso facilitaba la tarea de la defensa de Junior, que dejó una mejor imagen en la primera etapa a pesar de jugar con diez, por la expulsión de Fuentes tras un codazo a Damián Pérez.
En el complemento –que apenas se inició estuvo interrumpido once minutos por un corte de energía eléctrica–, San Lorenzo salió a arriesgar todavía más, pero le costaba generar peligro. Los nervios complicaban a sus jugadores, urgidos desde las tribunas a conseguir una victoria indispensable para que el ciclo de Almirón tenga continuidad. Sin embargo, tras una buena maniobra colectiva, Román Martínez desempolvó la jerarquía que le costaba mostrar hasta ahora, enganchó ingresando al área y sacó un derechazo que se transformó en el 1-0, y en el primera triunfo del ciclo Almirón.