La jueza con competencia en Violencia Familiar y de Género de Córdoba, Laila Córdoba, ordenó colocar una tobillera electrónica a un hombre acusado de violencia machista, una medida dispuesta por primera vez en la provincia. El dispositivo está programado para que detectar si el agresor se aproxima a menos de 1.500 metros de la víctima, y, en ese caso, emitir automáticamente una alerta que será recibida en un centro de monitoreo policial. La medida tiene una vigencia de 90 días. En el caso para el cual fue ordenada la implementación de la tobillera, el hombre ya había violado una restricción de acercamiento y el botón antipánico no alcanzó a proteger a su ex pareja, a quién amenazó recientemente.
En diciembre del año pasado, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) cordobés aprobó un protocolo de actuación para regular el uso de tobilleras electrónicas, que se aplican para prevenir ataques en causas por violencia de género. La medida dispuesta ayer constituyó la inauguración de este nuevo sistema.
Laila Córdoba, magistrada del Juzgado de Niñez, Juventud y Violencia Familiar, dictó una medida cautelar para emplear este dispositivo como protección a una mujer que ya denunció por violencia de género varias veces a su ex pareja.
El acusado tenía una orden de restricción de acercamiento contra su la mujer, quien a la vez debía protegerse con el botón antipánico. Ante la denuncia de que la mujer recibió nuevas amenazas, la jueza Córdoba aseguró que aquellos mecanismos eran insuficientes y resolvió disponer el empleo de la tobillera electrónica durante un plazo de 90 días, con posibilidad de prorrogar el plazo.
Esta nueva herramienta tecnológica cuenta con un sistema georreferenciado, que permite establecer continuamente dónde se encuentra el acusado. Para funcionar, el dispositivo requiere de tres elementos interconectados: una tobillera electrónica, rastreadores terrestres y un centro de monitoreo. La víctima recibe un equipo electrónico, similar a un teléfono celular, que permite registrar cualquier acercamiento del denunciado. Por su parte, el acusado deberá utilizar no sólo la tobillera sino también un localizador satelital. Si se quita la tobillera o se aleja del rastreador personal, se activará una alerta tanto a la central de monitoreo policial como a la víctima para alertar la situación. La alarma también se accionará si quebranta la medida perimetral dispuesta por la Justicia.