La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner viajó ayer por la madrugada a Cuba para acompañar a su hija Florencia, quien se encuentra con un problema linfático, agudizado por estrés, que le impide volar de regreso a la Argentina. A través de un video publicado en sus redes sociales, la ex mandataria denunció la “feroz persecución” judicial y mediática a la que es sometida su hija, la cual fue provocando el desmejoramiento de su cuadro de salud. Pese a que había solicitado a los jueces intervinientes que el tema se maneje con reserva, la noticia de la salida del país se había difundido a última hora del martes desde los tribunales federales de Comodoro Py. “Les pido a los que nos odian o nos ven como enemigos que por favor se metan conmigo pero no con ella”, remató CFK en el video, ilustrado con imágenes de la familia Kirchner.
Según reveló la senadora y líder de Unidad Ciudadana, el problema de salud de su hija fue descubierto durante un viaje a Cuba, en diciembre pasado. Los médicos le recomendaron un tratamiento que comenzó a realizar una vez de vuelta en Buenos Aires. A fines de febrero, con motivo de un curso intensivo de guión de cine, Florencia volvió a viajar a ese país. Allí el cuadro de salud se deterioró y los médicos le desaconsejaron que se subiera al avión de regreso. “Todo esto empeoró porque está somatizando un estrés formidable”, remarcaron cerca de la ex presidenta. Todavía no se sabe cuándo podrá Florencia regresar aunque se espera que la senadora nacional lo haga entre el domingo y el lunes próximos.
“El estrés no es sólo por la causa penal sino por la persecución mediática. Ella tiene un perfil recontra bajo, lo último que le importa en su vida es la política... tiene guardias en la casa, la buscan para fotografiar a la hija, es una vida imposible”, relató a este diario un ex funcionario del gobierno de CFK que conoce de cerca el manejo de los medios de comunicación. Además, advirtió que a raíz del escándalo destapado por la causa judicial contra el falso abogado Marcelo D’Alessio la situación se agudizó: “hubo un tremendo operativo, donde estuvo América a la cabeza, vendiendo que en cualquier momento ordenaban la detención de Florencia. Esa situación la terminó de trastornar”. Ese rumor fue difundido por Eduardo Feinmann a mediados de febrero. “Atención con lo que voy a adelantarles: esto es un rumor muy fuerte que está circulando por algunos despachos judiciales. La semana que viene o la otra muy posiblemente, así como detuvieron a Martín Báez haya otra detención que sería tremenda”, dijo y agregó: “sería la detención, esta vez no sería de un ex funcionario del ex gobierno ni sería de un empresario importante de la construcción ni de la obra pública, se trataría otra vez de un hijo/hija.”
La decisión de comunicar el viaje de la ex presidenta y revelar la delicada situación de Florencia Kirchner se produjo debido a que fue uno de los jueces de Comodoro Py quien divulgó públicamente la información. CFK había solicitado autorización para salir del país a los diferentes tribunales orales que tienen causas en su contra. Se la otorgaron con rapidez y en reserva. Salvo Claudio Bonadio, quien demoró su respuesta hasta casi la medianoche de ayer y luego la hizo pública. De acuerdo al escrito presentado por el abogado Carlos Beraldi, Florencia Kirchner padece linfedema, que es una enfermedad que produce acumulación de líquido linfático en las piernas.
Finalmente, cerca de las 5 del jueves, la ex presidente abordó el vuelo CM 364 de la empresa Copa hacia Panamá donde debió combinar con otro vuelo que la traslade hacia La Habana. “El brutal estrés que sufrió devastó su cuerpo y su salud. Es muy terrible para una joven, que la acusen de haber ingresado a una asociación ilícita el mismo día que murió su padre”, señaló la ex presiente en el video y agregó que “por la patología que padece no puede permanecer sentada ni de pie por períodos prolongados de tiempo”.
Florencia está procesada en dos causas: una conocida como Hotesur, a cargo del juez Julián Ercolini, y otra como Los Sauces, instruida por Bonadio. La primera es una investigación que se inició a partir de una denuncia de la ex diputada Margarita Stolbizer. En uno de los escritos presentados, Florencia señaló que al momento de los hechos investigados ella tenía sólo 12 años de edad: “En la mayoría de las operaciones a las que se hace referencia tampoco pude haber intervenido, pues al momento en que se llevaron a cabo ni siquiera había alcanzado la mayoría de edad”, consideró.