En un tiempo signado por los procesos electorales, los obispos católicos dieron a conocer un mensaje al finalizar la asamblea plenaria celebrada durante esta semana en Pilar: “Necesitamos políticos que nos ayuden a mirar más allá de la coyuntura, y que nos propongan caminos auténticos de amistad social”, afirmaron, y criticaron la especulación financiera y el enriquecimiento “a costa de los otros”.
En el marco del año electoral, los obispos advirtieron también que “en una realidad que nos golpea y nos duele por su pobreza creciente, no queremos perder la esperanza de salir adelante, asumiendo el desafío de pasar de la cultura de la voracidad y el descarte, a la cultura del cuidado de toda vida y de nuestra casa común, de la fraternidad y de la hospitalidad”.
Utilizando una frase del obispo mártir Enrique Angelelli, asesinado por la dictadura militar y que será beatificado este año en La Rioja, la jerarquía de la Iglesia recordó que votar “es poner el hombro para que como pueblo no se nos considere solamente en las urnas, sino el gran protagonista y actor en la reconstrucción de la Patria”. Porque, decía Angelelli en 1973 y recuerdan los obispos ahora, “votar es hacer y construir nuestra propia historia argentina y provincial”.
En otro pasaje del breve comunicado final, la jerarquía católica subrayó que “la nobleza de la vocación política pide a los dirigentes la responsabilidad de colaborar para que el pueblo, que es soberano, sea artesano de su historia”.
Los obispos apuntaron también que escuchan “el dramático pedido de trabajo” de las personas con las que tienen contacto “a lo largo y ancho del país”, señalando que educación y trabajo “constituyen los ejes más importantes de la cuestión social”. Afirmaron además que “debe superarse para siempre la lógica de la dádiva, de la especulación financiera, y del enriquecimiento a costa de los otros”.
Finalmente, solicitaron a los candidatos “que presenten propuestas concretas a los ciudadanos en sus plataformas electorales” y que “las campañas sean austeras, con gastos transparentes”.
El mensaje terminó con una oración en la que los obispos piden a Dios que “nos ayude a construir entre todos un país más justo y solidario, sin excluidos, donde nos descubramos verdaderamente hermanos, donde volvamos a creer que es posible una Argentina grande para todos”.