El día después que el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, expuso públicamente ante la comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados, donde denunció la existencia de una “red de espionaje político y judicial de magnitudes”, la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia decidió por unanimidad convocar al magistrado para el jueves 21 de marzo a una reunión a puertas cerradas. El presidente de la bicameral, el senador radical Juan Carlos Marino, abrió ayer la documentación que Ramos Padilla envió el 8 de marzo –que salpican al fiscal Carlos Stornelli– y creó una subcomisión de tres legisladores de distintos bloques partidarios que analizarán su contenido antes de la vista del juez para intentar avanzar en precisiones. También resolvieron citar al jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, para la siguiente semana. A pesar de la “unanimidad” en las decisiones, la reunión fue el epicentro de un duro entredicho entre oficialistas y opositores.
Marino fue también el vocero de la Bicameral ante los periodistas parlamentarios: “Fue muy buena reunión” con “asistencia casi perfecta”, dijo, para luego quejarse: “Hay muchos tuiteros, de un lado y del otro, que hablan de la irresponsabilidad de este presidente que no convocaba al juez. Yo no trabajo para un show mediático, esta es una comisión seria, responsable y que hace las cosas cuando las tiene que hacer”, se justificó el senador pampeano, que una semana antes había rechazado las “presiones” de legisladores opositores para que citara a Ramos Padilla. “No podemos hablar por supuestos. Hay que aplicar toda la responsabilidad posible. Somos absolutamente respetuosos de la justicia. Lo que menos queremos hacer es mezclar un poder con otro”, respondió Marino ante la consulta sobre la denuncia de Ramos Padilla de la existencia de una “red paraestatal de espionaje”.
“Es la primera vez que un juez federal pide venir a la Comisión Bicameral de Inteligencia. Y cada vez que alguien lo pida, lo vamos a recibir”, agregó Marino y recordó que en su momento recibieron a Miguel Ángel Toma y Oscar Parrilli.
El presidente del bloque de senadores del FpV-PJ e integrante de la Bicameral, Marcelo Fuentes, hizo otra interpretación política del convite de la Bicameral al magistrado. “La exposición de Ramos Padilla en Diputados demostró la gravedad institucional de la investigación que tiene a cargo. Esa fue la llave para que la Bicameral lo convoque, ante la negativa sistemática del oficialismo”, sostuvo Fuentes ante PáginaI12.
El encuentro no fue en el tono amable que describió Marino. Los legisladores kirchneristas no se conformaron con la apertura de las cajas con 4 mil fojas que envió el Ramos Padilla -que tiene básicamente el mismo contenido que expuso ante los diputados- y reclamaron que se cite al magistrado. La idea del macrismo era armar la subcomisión, un informe preliminar y recién citar allí al juez.
El kirchnerismo insistió en la convocatoria a Ramos Padilla y en medio de duras discusiones se aprobó la invitación, con la posibilidad de que en el marco de una reunión de carácter reservado, el juez pueda aportar “información sensible”. Lo mismo sucedió con la citación a Arribas: los opositores reclamaron saber cuál es el papel que cumplió la AFI ante un dispositivo paraestatal dedicado al espionaje y hacer inteligencia.
“El objetivo era dilatar la convocatoria a Ramos Padilla hasta que logren quitarle la causa. En ese sentido va la recusación del fiscal (Carlos) Stornelli, la presentación contra el juez de Dolores hecha por el oficialismo en el Consejo de la Magistratura y la no colaboración en la investigación”, insistió Fuentes ante este diario.
La subcomisión quedó integrada por el senador Pedro Guastavino (Justicialista) y los diputados Daniel Lipovetzky (Pro) y Rodolfo Tailhade (FpV-PJ) y analizarán el contenido de las cajas y harán un informe preliminar para la reunión con el magistrado. En tanto, también aprobó por unanimidad la citación de Arribas, que los opositores reclaman desde hace casi dos años. Hasta ahora el jefe de los espías se negó a concurrir al Congreso y ofreció encuentros en su oficina de la AFI. Los legisladores insisten en que sea en al “ámbito institucional” del Parlamento. Habrá que ver si Arribas vuelve a poner reparos para responder ante el Congreso.