La presentación ante el Congreso del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, en la que reveló que investiga una red de espionaje ilegal que podría involucrar a funcionarios, diputados, miembros de la Justicia, periodistas y servicios de inteligencia, desató una ola de repercusiones. Mientras en el oficialismo buscaron minimizar los alcances de la exposición por considerar que se trató de “una puesta en escena”, desde el kirchnerismo le apuntaron al papel jugado por las diputadas de la Coalición Cívica Elisa Carrió y Paula Oliveto, presuntamente vinculadas con la red de espionaje denunciada por Ramos Padilla. Así, el titular del bloque de diputados del FPV-PJ, Agustín Rossi, adelantó ayer que pedirá formalmente que las dos legisladoras sean apartadas del Congreso. “Estamos en presencia de diputadas que usaron servicios de inteligencia con distintos objetivos, como dañar a propios colegas”, enfatizó.
“Voy a hacer una presentación para que Carrió y Oliveto sean separadas del Congreso porque si las denuncias se comprueban queda demostrado que hay una relación entre los servicios de inteligencia y estas diputadas”, expresó Rossi luego de la visita de Ramos Padilla a la comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados, a la que faltaron los legisladores oficialistas. En base a las pruebas recabadas, Ramos Padilla puso bajo sospecha el rol de Carrió y Oliveto, por sus supuestos vínculos con el falso abogado Marcelo D’Alessio –acusado junto al fiscal Carlos Stornelli de extorsionar a un empresario–, en tanto “usuarias” de su informes de inteligencia. En ese sentido, Rossi indicó que el juez “mostró capturas, audios, carpetas, escritos” en las que se refirió a una “organización paraestatal” dedicada al espionaje ilegal y un audio “de D’Alessio a Oliveto que fue posterior al allanamiento”. “Quiero que estas cosas se investiguen. Esto lo vengo diciendo hace años: en la Coalición Cívica son consumidores habituales de informes de inteligencia, y hablo de personas como (Mariana) Zuvic, Oliveto y Carrió. No son informes solamente estatales sino para paraestatales. Los utilizan para atacar a personas que no están de acuerdo con ellas”, completó.
En esta línea, su compañera de bloque Nilda Garré cuestionó “la liviandad y la soberbia” de las diputadas oficialistas luego de que Ramos Padilla las mencionara en su alocución. “No son las ‘fiscales de la República’ sino personas que se burlan de las instituciones y se alían con una mafia incalificable”, criticó Garré, al tiempo que consideró que las diputadas “debieron estar allí y decir su verdad, hacer sus preguntas o aclarar sus dudas”. “Se creen intocables e impunes”, añadió la ex ministra.
“Tengo el pijama listo”, había tuiteado Carrió, junto a una foto en la que se la ve riéndose y con una vestimenta a rayas. “Yo también tengo el pijama listo. ¿Cómo será el que tiene preparado Cristina?”, aportó Oliveto. Durante su presentación, Ramos Padilla leyó la transcripción de unos chats de Whatsapp entre D’Alessio y una trabajadora de la Aduana. “La Aduana quiere tener contacto con la DEA y vos podés comentarle sobre tus trabajos. Nos re interesa”, explicaba en los mensajes la empleada pública. La respuesta de D’Alessio habría sido: “Sólo Vives es de la línea de Carrió, una amiga. Yo hice cosas con ella y con Paula Oliveto. A disposición”.
A las ironías de las involucradas se sumaron también las declaraciones de algunos funcionarios macristas. La primera en hablar fue Patricia Bullrich, a quien D’Alesio invocó al momento de ser detenido por extorsión. La ministra de Seguridad admitió que se reunió con el falso abogado al inicio de su gestión, pero que el subsecretario de Narcotráfico de su cartera le advirtió inmediatamente de que se trataba de “un trucho”. “Es una persona que nunca ha tenido ninguna participación en el ministerio de Seguridad y desde el primer día lo consideramos una persona sin condiciones ni capacidad como para estar en el ministerio”, sostuvo para desmentir las versiones que la vinculan con el acusado, y disparó: “Es una persona no apta, con rasgos de quien no está en sus cabales; está chapa”.
“Me llama la atención que si está diciendo algo relacionado con inteligencia lo esté diciendo en la comisión de Libertad de Expresión y no en la Bicameral de Inteligencia. Es ahí donde se debería debatir”, opinó por otro lado el titular de la cartera de Justicia, Germán Garavano, sin hacer la salvedad que recién ayer esa comisión formalizó la citación (ver página 11).