El jefe de los espías, Gustavo Arribas, finalmente tuvo que hacer públicos algunos elementos para tratar de desligarse de la denuncia por el presunto cobro de 600 mil dólares de parte Leonardo Meirelles, un financista brasileño condenado por pago de sobornos en el marco del caso de corrupción denominado Lava Jato. Sin embargo, los dos documentos que ahora Arribas dice que llevará a la Justicia aportan más confusión que claridad: el primero, la escritura de la venta de su casa en San Pablo está fechada en diciembre de 2015, dos años después de que él supuestamente entregó el inmueble y quince días después de haber sido nombrado titular de Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El segundo es una declaración de un brasileño que dice haber pagado 70 mil dólares –la única transferencia que sí reconoce Arribas por parte del financista Meirelles– por los muebles de esa casa de San Pablo, certificada por un escribano el 19 de enero de 2017, en medio del estallido del escándalo y mientras Arribas estaba de “vacaciones” en Brasil.

Arribas distribuyó copias de una escritura fechada el 18 de diciembre de 2015 –15 días después que Mauricio Macri hizo público que lo designaría como titular de Agencia Federal de Inteligencia– por la venta de su casa en San Pablo, presuntamente entregada al comprador el 16 de octubre de 2013. La empresa que adquirió el inmueble sería Orion Brasil Construcciones y Emprendimientos Inmobiliarios LTD-EPP, que pagó 1,5 millón de reales, equivalentes a un poco más de 600 mil dólares de aquella época. Se trata una cifra similar a la que Meirelles dijo ante la justicia brasileña –bajo el régimen de delación premiada– que utilizó para el pago de sobornos en argentina para favorecer a la constructora brasileña Odebrecht.

En la declaración con que acompañó la documentación, el jefe de la AFI asegura que “la demora” en la escrituración (de dos años) es “imputable al comprador”. Esta situación –según Arribas– lo obligó a extenderle un poder a su contador, antes de volver a la Argentina, para que pudiera concretar la operación.

Arribas siempre negó que haya recibido las cinco transferencias provenientes de la empresa fantasma utilizada por Meirelles y solo reconoció un depósito en su cuenta del Credit Suisse por 70.495 dólares en 2013. El “Señor 5” siempre adjudicó esa cifra como “parte de la venta del inmueble” de su propiedad. Dijo que había presentado ante el juez federal Ariel Lijo –que investigaba la causa como juez de feria– un email de una directiva de cuentas del Credit Suisse en la que afirmaba que el único depósito era por ese importe. Además, había incorporado un extracto de su cuenta en el banco suizo.

En contradicción con ese planteo, este jueves ante los legisladores de la comisión bicameral de fiscalización de los Organismos de Inteligencia, Arribas dijo que el importe recibido era por la venta de los “bienes muebles” de su propiedad en San Pablo. Ya no del inmueble sino “sillas, mesas, cuadros”. La diferencia llamó la atención de los legisladores opositores que requirieron más precisiones en una veintena de preguntas por escrito que Arribas se comprometió a responder en un nuevo encuentro pactado para la primera semana de marzo.

Arribas también dio a conocer ayer una declaración del ciudadano brasileño Atila Reys Silva, certificaba ante escribano, de que había comprado por “70.500 dólares” muebles del departamento que Arribas vendió en San Pablo “el 16 de octubre de 2013”.

La certificación del escribano brasileño tiene fecha del 19 de enero de 2017. Es decir, mientras el presidente Mauricio Macri afirmaba que Arribas daría información sobre la denuncia que lo involucraba en el escandaloso caso de Lava Jato “cuando regrese de sus vacaciones” en Brasil.  

En el texto con que acompañó los documentos, el jefe de los espías sostuvo  que había no divulgado el nombre del comprador de muebles y cuadros por que le había pedido “confidencialidad”, pero que ahora el comprador lo “liberó de esa exigencia”. “Estos documentos como lo vengo haciendo serán presentados ante la justicia en brevedad”, culmina el comunicado de Arribas.